Los miembros de este grupo ateo realizan este intercambio como una crítica a la religión, bajo la concepción de que la Biblia y otros textos religiosos contienen todo tipo de misoginia, sexismo, violencia, tortura y cuestionables prácticas sexuales como el incesto y el abuso sexual, por lo cual, dicen, no son distintos a la pornografía.
El año pasado la campaña de "Smut for Smut" requirió protección policial de iracundos cristianos que amenazaron con sabotear el evento e intimidar a los ateos. La Universidad de Texas dice que el grupo ateo está en su derecho constitucional de realizar el evento.
Algunas personas han criticado la táctica de los ateos, opinando que en vez de intercambiar pornografía deberían de cambiar las biblias por libros de ciencia; otro más cuestionan a las personas que entregan sus Biblias, siendo que el porno es prácticamente gratis en internet y las Biblias pueden ser también usadas para hacer porros o producir citas eruditas en fiestas a las que acuden niñas católicas.