Criaturas cósmicas debajo del agua: 8 increíbles animales bioluminiscentes del mar

Como si debajo del agua fuerra arriba del cielo y galaxias, estrellas y bizarros y hermosos seres cósmicos poblaran el espacio donde la luz no llega, generando su propia luz y mostrando que la vida es luminosa si lo necesita. A diferencia de los contados animales sobre tierra que producen su propia luz, en las zonas abisales del océano se estima que cerca del 80% de los animales son bioluminiscentes: donde la luz es una importante estrategia evolutiva para sobrevivir (una estrategia que tal vez podría aplicarse a todas las zonas de existencia).

La profunda luz submarina tiende a ser verde y azul, ya que estos colores atraviesan mejor la distancia en estas condiciones. La bioluminiscencia sirve para atraer parejas o presas y confundir a los depredadores.

Muchos de estos animales viven a miles de metros de profundidad en dimensiones que son casi totalmente desconocidas. Ahí la biodiversidad parece ir más allá y crear seres que son seguramente de lo más hermoso y extraño que podemos encontrar en este planeta, hasta el punto de que nos evocan la posibilidad de ser extarterrestres, configuraciones biogalácticas. A continuación 8 de los animales bioluminiscentes más asombrosos:

Este caracol marino (Hinea brasiliana) es todo lo más espectacular porque su radiante luz verde es magnificada por su concha. Llamado clusterwink snail en inglés (algo como caracol de cúmulo que guiñe), este gasterópodo utiliza su luz como una forma de protección cuando se acerca un depredador, un recurso para atraer al depredador de su depredador.

La medusa Atolla nos embriaga con un mandala o vórtice transdimensional con una orquidea en el centro y un círculo de filamentos como tallos de hongos mágicos flotando en el espacio. Esta medusa es conocida por una especie de alarma que detona una luz brillante que puede verse por 300 pies cuando se ve atacada.  Esta táctica de distracción también sirve para atraer a depredadores que podrían acudir en su ayuda en un momento de vida o muerte.

El calamar Abraliopsis tiene pequeños órganos de luz en la parte inferior de su camuflaje. Usa su iluminación para amalgamarse con el cielo, escondiendo su silueta de predadores que lo observan desde abajo.

El gusano marino Tomotopteris es una de las pocas creaturas que puede hacer luz amarilla. Si se le perturba despide chispas brillantes de unos apéndices llamados parapodia. En la imagen se pueden ver sus huevos, los cuales está a punto de liberar al agua.

El calamar vampiro en realidad no es ni un pulpo ni un calamar, no tiene sacos de tinta, los cuales son de poco uso en las aguas oscuras. Cuando se le asusta, este cefalópodo, emite una bioluminiscencia mucosa, sorprendiendo, como la cortina de tinta de sus primos, a sus atacantes y permiténdole escapar. En este caso esta criatura emplea una cortina de luz.

La medusa Deiopea, llamada así por una ninfa mitológica, es como la mayoría de las medusas de su tipo hermáfrodita y produce tanto huevos como espermas los cuales se encuentrasn en el agua y se fertilizan como en un acto de magia suscitativa.

Este tipo de medusa colonial, que parece hacer ua danza espiral en el cosmos, puede crecer hasta 12 pulgadas, controla su elevación conuna flotación llena de gas. Emite gas de un poro el cual es rellenado por secreciones de una glándula especial. ¿No te dice mucho esta descripción? Esto se debe a que los científicos no saben mucho de esta especie, piensan que emite luz para emblesar a los predadores, pero es sólo una conjetura.

Estas microalgas conocidas como marea roja, aunque llegan a la refinación de una especialmente hermosa luz azul, son las criaturas bioluminiscentes más comunes. Las eclosiones de estas mareas de dinoflagelados producen luz cuando algo las perturba o son atrapadas en una ola, creando eléctricos paisajes en movimiento que pueden envolver a un bañista como un manto celestial en el espejo marino.

[Wired]

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