Piratas digitales y activistas buscan crear un Internet alternativo

La guerra digital emprendida contra WikiLeaks, sus servidores, sus sistemas para recibir fondos, y su dominio, podría ser la gota que derramó el vaso. Miles de hackers, activistas, y piratas de la web parecen suficientemente fastidiados por el acoso legal y estan cocinando un nuevo y monumental proyecto: crear un alter internet. La idea parece ser la de crear una comunidad masiva de libre intercambio que este resguardada ante futuros ataques como el que ha recibido ahora Wikileaks, pero también contra otros antecedentes como el de Pirate Bay y Napster.

Explícitamente cansados de las regulaciones de la ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), este movimiento esta convocando para tomar esta medida que sin duda representaría un parteaguas en la historia intenetera de la sociedad de la información. "Hola a todas las ISP´s del mundo. Vamos a crear un completamente nuevo servidor raíz por que estamos cansados de la ICANN. Por favor contáctenme para ayudar" fue el tweet de Peter Sunde, un activista anti-copyright de Suecia, y co fundador del sitio Pirate Bay. La enorme respuesta ante este llamado no dejó de sorprender a Sunde "El pequeño tweet atrajo un gran interés. Aún no estamos organizados, pero lo estamos intentando... queremos un internet sin censura. El tener un sistema centralizado que controla el flujo de información no es algo aceptable".

Los modelos centralizados han demostrado ser esquemas que a la larga atentan contra la libertad y la heteregeneidad de la sociedad. El problema es que al centralizar un sistema inevitablemente le estarás dando a alguien, a algún grupo en espécifico, el control regulatorio de todo el sistema. Y las agendas que estan detrás de estos centros de control no necesariamente persiguen el bien común. Como ejemplo basta analizar la historia financiera desde que fue ron centralizadas las monedas (durante la época del Renacimiento). La centralización primero se dió a nivel de países o reinos, conforme fueron transcurriendo los siglos eventualmente se llego a una relativa centralización global o regional (el dólar y ahora el euro). ¿Pero quiénes son los que dictan los patrones de uso y las prohibiciones dentro de este sistema?

Este movimiento de discidencia digital plantea que la ICANN, organismo que controla el sistema de dominios de Internet (DNS), tiene el pleno poder de derribar sitios en acuerdo con el grupo de poder que a fin de cuentas la controla (políticos e industriales) bajo el argumento de que estan actuando en contra de la ley (una ley establecida de acuerdo a intereses puntuales que obviamente favorecen a estos grupos). El sistema DNS (Domain Name System) incluye 13 gigantescas computadoras, llamadas servidores raíz, repartidas alrededor del mundo. cada una mantiene una copia idéntica de la tabla maestra que regula el flujo de tráfico en internet. así que si un sitio es etiquetado como "ilegal" la ICANN simplemente lo inhabilita para recibir la visita de usuarios.

En el caso de Sunde esto es lo que ocurrió con al menos uno de sus dominios, el legendario Pirate Bay. A solicitud de la International Federation of the Phonographic Industry, con fuertes intereses de la industria discográfica detras, Pirate Bay fue recluido de la web e incluso Sunde y otros colaboradores enfrentan juicios que de perderse implicarán multas millonarias y estancias en prisión. Ahora lo mismo ha ocurrido con el sitio wikileaks.org cuyo proveedor de dominio EveryDNS lo sepultó.

En respuesta, activistas encabezados por Sunde intentan desarrollar un sistema alternativo de registros el cual originalmente funcionará como los ya existente pero que a la larga se transmutará en un modelo descentralizado, peer-to-peer (P2P) en el que cada voluntario correrá una porción de DNS en sus propias computadoras. De esta manera quitarán a la ICANN la hegemonía sobre el registro de sitios, y si cualquier dominio trata de ser sepultado automáticamente se activará este registro alternativo lo cual impedirá que el sitio sea deshechado.

En caso de que se concrete esta iniciativa esto podría implicar el comienzo de una, por algunos anunciada, ciberguerra. De hecho el reciente caso de WikiKeaks, en el cual diversos frentes han emprendido un sabotaje digital contra el sitio, desde el proveedor de DNS, hasta Amazon que alojaba hasta ahora su servidor, PayPal que cerró el flujo de donaciones hacia el sitio, y una institución bancaria de Suiza que congeló las cuentas de la organización y la de su fundador, pero que también ha generado la reacción de squads anónimos de hackers y activistas que en respuesta han atacado algunos de estos sitios por abandonar a Wikileaks en su lucha, intentando vetar el uso de PayPal y Amazon, e incluso realizando certeros atques informáticos contra el banco suizo, parece sugerir un escenario que por muchos ya es considerado como la primer fran guerra cibernética.

Hagan sus apuestas...

Con información de New Scientist

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