La medida de la ONU ha sido recibida con críticas, ante la percepción de que se trataría de ejerecer estricto control sobre el Internet, un medio que característicamente ha crecido descentralizado.
Uno de los padres del Internet, Vint Cerf, alto ejecutivo de Google, reaccionó en un blog a "por qué los gobiernos no deben de tener un monopolio sobre el gobierno de Internet", y exhortó a luchar en contra de esto para mantener la innovación propia del medio.
Periodistas conspiracionistas, como Alex Jones, especulan que el caso de Wikileaks contiene una agenda oculta, destinada a tomar control del Internet, bajo la dinámica de crear el caos para luego proponer el orden. Un orden que implicaría un estado supranacional de vigilancia digital.
Más allá de que esto sea cierto o no, el resultado parece ser el mismo: poderosas naciones que buscan protegerse y cuidar sus intereses (lo cual significa ocultar sus crímenes e injusticias).
Vía IT News