Los resultados del experimento indican que si bien los ratones no comen más cuando se les expone a la luz en la noche, sí modifican sus horarios de comida y su metabolismo, lo cual se traduce en que ganan más peso que los ratones que viven en ciclos “normales”. La luz probablemente afecte los niveles de la hormona melatonina, la cual está relacionada con el metabolismo, que a su vez influye en el procesamiento del alimento.
Los investigadores especulan que tal vez los seres humanos que ven mucha televisión en la noche o están en la computadora por mucho tiempo estarían viendo afectados sus ciclos circadianos alimenticios e incrementando sus posibilidades de subir de peso.
Vía Eureka Alert