Pronto podríamos sentarnos a presenciar en una pantalla los sueños de una persona. Deleitantes narrativas oníricas podrían ser parte de la próxima cultura audiovisual de la sociedad contemporánea gracias a un dispositivo creado por un grupo de científicos estadounidenses que permite registrar altas frecuencias de la actividad cerebral en una persona. "Nos gustaría leer los sueños de las personas", afirma el Dr. Moran Cerf, quien encabeza a este grupo de investigadores.
La naturaleza divina de los sueños o su carácter como pulsos de la mitología identitaria del ser humano ha intrigado al hombre a lo largo de su historia. La actividad onírica y su rol dentro de nuestra existencia consciente resultan una de las más enigmáticas y a la vez seductoras temáticas a las que nos hemos enfrentado como raza humana. Y precisamente por esto el dispositivo que están desarrollando Cerf y compañía resulta de alta relevancia para entender nuestra realidad psicosimbólica y metafísica.
Recientemente el entendimiento de los sueños se ha consagrado como una herramienta fundamental para entender el inconsciente humano. Esta tarea, iniciada en Occidente por gente como Freud y Jung, parece estar alcanzado un clímax histórico que sin duda nos acerca a un plano etéreo de nuestra existencia. Sin embargo, hasta ahora el acceso a los sueños de una persona se realizaba exclusivamente a través de la narrativa que esta recordara y quisiera compartir, o en algunos casos a través de la hipnosis, pero ambos métodos resultan en algún sentido un tanto vagos.
Tras realizar este neuromapeo Cerf afirma que efectivamente fue capaz de leer la mente de las personas. Este primer paso supuestamente era el más complicado en el proceso de construcción de su dispositivo para documentar los sueños. Lo siguiente es monitorear la actividad cerebral de los mismos sujetos mientras duermen, en busca de que se activen algunas de las neuronas correlacionadas con conceptos particulares y de esta manera lograr interpretar con precisión la narrativa onírica que se teje en el inconsciente de los voluntarios. Como una fase intermedia entre las dos anteriores, el equipo de Cerf ya se encuentra monitoreando las frecuencias cerebrales con sus pacientes mirando películas. Esta sería la analogía más cercana a la experiencia del sueño entendido como una especie de neurocinema íntimo.
El futuro de este proyecto aun se mantiene un tanto incierto pero es innegable que la ciencia humana esta más cerca que nunca en su mítica misión de documentar el sueño. ¿Se abrirá la puerta al akasha onírico a través de un método tecnológico? ¿O más bien tendríamos que estar practicando disciplinas espirituales asociadas con la familiarización del inconsciente para lograr hackear los rincones más exuberantes de nuestra psique?
[BBC]