También conocidas como eyecciones de masa coronal, las erupciones solares pueden tener una repercusión directa en nuestro planeta, impactando el comportamiento de satélites que controlan los sistemas de comunicación e informática en la Tierra. Como complemento estético, también destacan por detonar una precipitación de auroras boreales.
“Puedes hacer cosas en el laboratorio que serían absolutamente imposibles de llevar a cabo en el espacio exterior” afirma el físico especializado en plasma de la Universidad de California, Walter Gekelman. Junto con Shreekrishna Tripathi, Gekelman creo unas diminutas versiones de los loops solares, también llamados cuerdas flux magnéticas, loops coronales, o prominencias solares.
Estos filamentos surfean plácidamente el borde del sol, a veces incluso durante días enteros, transportando enormes cantidades de energía y materia del centro solar hacia la atmósfera. Pero eventualmente explotan y con ello arrojan toneladas de partículas cargadas como un disparo. Estas pirotécnicas bombas de tiempo han sido fotografiadas desde el Observatorio Solar y heliosférico, sin embargo aún desconocemos su proceso de formación y cual es el detonante que provoca su explosivo colapso.
via Wired