Todo en la naturaleza conspira para la cópula y para la diversidad. Aunque para algunos la hibridización de especies puede parecer parte de un bizarro experimento genético o una señal de que las barreras morales se han corrompido, en realidad, tales consideraciones éticas y tales fronteras no existen en la biología y los animales pueden procrear con relativa facilidad entre distintas especies.
Según publica el New York Times se calcula que al menos el 10% de los animales ocasionalmente se aparean con especies distintas y el 25% de las plantas. En el reino animal tenemos híbridos que ocurren con frecuencia y solvencia como la mula o el zebrallo (así como otros zebroides), entre otros.
Los híbridos generalmente son infértiles, además de que enfrentan una doble competencia por cada lado de su genealogía lo cual hace que les sea difícil perpetuar su especie, pero existen casos en los que, al crear una nueva combinación genética, los híbridos pueden adaptarse mejor a ciertas condiciones que sus padres. ¿Tal vez la evolución está llena de híbridos desconocidos?
¿Podría el hombre reproducirse con un mono? Es difícil que esto ocurra en la actualidad. Pero en el pasado tal vez haya ocurrido. La BBC reportó en esta nota que el Neanderthal se reprodujo con la especie humana actual, creando híbridos (de hecho el código del Neanderthal aún sobrevive en nosotros). Nuestro código genético está más abierto de lo que pensamos y por supuesto surgirá la pregunta ¿nos podremos reproducir con extraterrestres y, como en los mitos griegos, ya lo habremos hecho?
En 1985 se volvio patente que Punahele, una bella delfín estaba más que nadando con una falsa ballena orca asesina en su tanque en el parque acuático de Hawaii. Dio a luz a un balfín, Kekeimalu, que combinó características de una madre de 400 libras con un padre de 2000. Con matemática exactitud, este balfín tiene 66 dientes, los delfines 44 y la falsa ballena asesina tiene 88.Keikamaku se ha reproducido con éxito y mantiene la estirpe de los balfines. Su hijo Kawii Kai aparece en la foto.
Los ligres son cruzas entre Panthera leo y Panthera tigris y llegan a ser los gatos salvajes más grandes del mundo por una rara combinación genética. Los ligres, como los tigres, gustan de nadar, y como los leones de socializar. Se tienen reportes de estos animales desde el siglo XIX.
La cama es una combinación entre lama y camello realizada a propos por los millonarios de Dubaí. Una especie de trofeo paara los amantes camélidos.
Los grandes gatos se cruzan con facilidad. El leopón es un híbrido de león y leopardo. Es común también el gato de Savannah que fusiona al gato doméstico con gatos salavajes africanos.