"Cristian Varela, que era mi fan Nº1 -incluso su sello se llama Pornographic Records- me dijo un día que en lugar de ir de Mickey Mouse a las discotecas, que es lo que querían que hiciera, que aprendiera a pinchar, que si desde los 14 años iba de fiesta, y luego he estado en los mejores clubes del mundo y entiendo de música, podría hacerlo. Fuimos a una tienda y me compré todos los cacharros que me iba diciendo y así empecé hace siete años. Me tomé dos años sabáticos en los que lo único que hacía era pinchar por las mañanas y luego estar con mis perros y caballos. Y así estuve practicando con mis vinilos hasta que no tuve miedo de que me señalaran con el dedo diciendo mira lo que hace este que no tiene ni idea".
Nacho dice que al prinicpio le decían que si "iba a pinchar con la polla pero luego se preguntan de dónde saco la música". El porno pinchador toca desde techhouse con cumbias de fondo hasta un electrominimal más oscuro y dice que The End en Bogotá, donde "llega una fauna local muy guapa" es el lugar más "parchado" donde ha pinchado. Curiosamnete Nacho dice que su música y su estilo no es nada guarra, que los que quiere ir a un club a echar un polvo (a fornicar) se deberían de ir a otro lugar. No queremos dudar de Nacho pero es difícil verlo como un elegante y fino exponente del techno poniendo el ejemplo de la finura anti-guarra. Suena "como si la música te estuviera follando o tú a ella".