No podemos dejar pasar la nota que publicó oportunamente Pijamas Surf, revelando la noticia de que Goldmans Sachs, apuesta a la energía nuclear y venderá uranio. El banco podría, incluso, distribuir este elemento clave para la energía nuclear, después de que el año pasado compró el Constelletion Energy Group, el cual le entregó una cantidad, aun no revelada de uranio. Este banco fue uno de los más beneficiados con el rescate financiero de Bush y Obama. Hay quien asegura que el negocio incluiría suministro de combustible para la fabricación de armas nucleares. Es un fenómeno inédito, que adiciona un factor más de pánico a la atribulada población del planeta. El gobierno planetario empresarial, que deja atrás a los estados nacionales y que pone en jaque a la humanidad.
En México nos entretenemos con los desaguisados del Cardenal Sandoval, el Jefe Ebrad y la Suprema Corte. En una estancia en la ciudad de Guadalajara, me quedé atónito de comprobar que existen mentalidades conservadoras que apoyan a las barbaridades del cardenal. La discusión en la perla tapatía se centra, no en la acusación sin fundamento de que Ebrad maiceó a los ministros de la Suprema Corta para considerar constitucionales las reformas aprobadas por la Asamblea Legislativa del D.F., para legalizar matrimonios entre parejas del mismo sexo y la adopción de menores por éstas parejas , lo que constituye una calumnia difamatoria de la “innegable honestidad de los togados”, sino en la convicción de que la adopción de infantes por parejas del mismo sexo es un acto antinatural. Nadie niega el derecho del cardenal de criticar, oponerse y estar en desacuerdo con los matrimonios gay´s y con la adopción de menores, pero otra cosa es retar a las instituciones legalmente constituidas.
El senador Manlio Fabio Beltrones, se hace como el tío Lolo, al declarar que se debe legislar para que el presidente no nombre en el gabinete a “sus cuates”, que no pasan control de calidad. Yo pregunto: ¿Qué López Portillo no era cuate de Luis Echeverría? El problema no estriba en que el presidente nombre a sus cuates en su equipo de trabajo. El problema se presenta cuando los “cuates” que nombra, no están capacitados, son ineficientes y corruptos.
El asesinato de 79 emigrantes centro y sudamericanos, en Tamaulipas, es un crimen que nos pone la piel de gallina, y que refleja el grado de descomposición de México y de los mexicanos. Los niveles de crueldad para obtener dinero, ya rebasaron todos los límites.
¿Qué le está pasando a México?
La crisis particular del sistema capitalista mexicano ha tomado un derrotero muy peligroso. Los valores, morales, sociales, éticos, culturales y políticos se encuentran enfermos, distorsionados. Matar, matar para ganar dinero (¿fácil?) denigra al ser humano, lo animaliza. Indigna, ofende que se aproveche de personas inocentes, absolutamente vulnerables por su condición de extranjeros migrantes, para extorsionarlos mediante secuestro, a ellos y a sus familias que se encuentran lejos, para después ejecutarlos a sangre fría, por su pobreza, indigna a una nación entera, debatiéndose en la peor crisis que yo tenga memoria.
La guerra contra el narcotráfico del gobierno calderonista, desató a todos los demonios del infierno. Muy rápido, esta estúpida guerra está transitando a una guerra generalizada. Por lo pronto, los privilegiados, sacaron 51 mil millones de dólares del país. ¿Qué sigue?