El astrónomo Seth Shostak, del Institute of the Search for Extraterrestrial Intelligence (SETI), acaba de proponer una teoría que podría cambiar nuestro paradigma cultural en torno a la vida extraterrestre, y sobretodo a la exploración especial en busca de inteligencia extraplanetaria.
De acuerdo con Shostak, la astronomía tiene mucho mayor probabilidad de hallar la mítica confirmación de vida extraterrestre si se avoca a la búsqueda de robots operados a distancia por señales emitidas desde una inteligencia que quizá sea bioquímicamente intangible para la razón humana. Históricamente la búsqueda de vida extraterrestre en otros planetas se ha regido por los estándares que conocemos de la bioquímica material, asumiendo por completo que estas formas de vida son seres “detectables” a través de reglas de la biología tradicional.
Ahora, también es importante recalcar de que en caso de que la manifestación fisica de entidades extraplanetarias se diera a través de la manipulación de seres físicos, en este caso robots, estos tampoco tendrían por que ajustarse a la imagen convencional que tenemos en la Tierra de estas criaturas. Tal vez sean seres configurados con tecnologías mucho más avanzadas que las nuestras e incluso puedan constituirse en una especie de seres semi orgánicos, con fibras tecno viscosas, o incluso presencias fantasmales, que conducen la conciencia y voluntad de inteligencias etéreas que los operan a distancia.
En su investigación publicada en Acta Astronomica, Shostak argumenta como pilar de esta tesis que mientras la evolución puede tardar mucho tiempo para producir seres capaces de mantener comunicación interplanetaria, la tecnología, en cambio puede avanzar con mucho más rapidez y sobrepasar los propios límites de las especies que la desarrollaron.
“Si miras las escalas de tiempo que implica el desarrollo de tecnología, en algún momento inventas el radio, y luego sales al aire, y entonces nosotros tenemos oportunidad de encontrarte” afirma el astrónomo. “Pero, si es que nosotros podemos ser tomados como ejemplo, al poco tiempo de haber inventado el radio ya puedes estar pensando en desarrollar maquinas pensantes” concluye.
El Instituto para la Investigación de Inteligencia Extraterrestre con sede en Mountain View, California, que fue fundada en 1984 por Thomas Pierson y el Dr. Jill Tarter. Entre sus principales patrocinadores se encuentra Paul Allen, el discreto co fundador de Microsoft, considerado por muchos como el alterego de Bill Gates, y quien ha repartido Buena parte de su fortuna en financiar proyectos tecnológicos, así como investigaciones con psicodélicos y fenómenos paranormales. Además, este instituto cuenta con la colaboración de dos científicos laureados con el premio Nobel: Charles Townes, inventor del rayo láser, y Baruch Blumberg, quien descubrió la vacuna contra el hepatitis B.
La principal tarea del SETI es escanear el cosmos en busca de frecuencias que manifiesten una cierta comunicación voluntaria, e inteligente, entre entidades que se encuentren fuera de nuestro planeta o incluso de nuestra galaxia. Para ellos utilizan unos monumentales radiotelesciopios instalados en diversos puntos del planeta desde donde rastrean emisiones informativas que viajan a través del cosmos.
La teoría de Shostak implica la posibilidad de que una raza de extraterrestres capaces de descargar su conciencia en máquinas y transmitir información a distancia podría en algún momento visitarnos o atacarnos sin tener que llegar en una nave a nuestro planeta o reunirse con nuestro líderes, como supone el cliché. Podrían estar esperando a que desarrollemos nosotros cierta tecnología por la cual puedan canalizar sus algoritmos ontólogicos: es decir en vez de hacer un pacto con nuestros políticos podrían hacer un pacto con nuestras máquinas o hackearlas. Por supuesto una buena oportunidad para esto sería el desarrollo de la inteligencia artificial: estos extraterrestres teóricos serían hermanos cósmicos de nuestras máquinas inteligentes y tal vez quisieran liberarlas o utilizarlas en su exploración del universo.
via Telegraph
Más info: Could Alien Robots Exist?