Neurocientífico que estudia psicópatas descubre que tiene el cerebro de un asesino

"Identifica al psicópata"

El cerebro de los criminales siempre le ha fascinado a James Fallon. Por más de 20 años, este neurocientífico de la Universidad de California en Irvine ha estudiado el cerebro de los psicópatas, particularmente la base biológica del comportamiento, y una de sus especialidades es descubrir en qué difiere el cerebro de un asesino de una persona "normal".

Durante  estas investigaciones un día su madre, de 88 años, le sugirió echar un ojo a sus antecesores, entre los cuales, dijo, se contaban muchos desquiciados: por ejemplo, uno de sus tatarabuelos en línea directa, Thomas Cornell, fue ahorcado por asesinar a su madre, también esta línea consanguínea produjo varios supuestos asesinos, incluyendo "la Prima Lizzy", quien fuera acusada de matar a su padre y a su madrastra con una hacha en 1882.

Habiendo estudiado el cerebro de docenas de psicópatas, Fallon decidió enfocarse hacia sus familiares para ver si alguien más tenía estas características. El científico realizó tomografías PET a sus parientes más cercanos y no descubrió la poca actividad en la corteza orbital del cerebro que distingue generalmente a los sociópatas. Entonces Fallon se hizo el examen a sí mismo y encontró que tiene un cerebro de psicópata (de libro de texto al menos).

"Si ves el PET-scan, tengo el cerebro de uno de los asesinos", dice Fallon.

Aunque esta ciencia de la neurocriminalística está en sus albores, se acumula evidencia de que existe una relación entre algunas funciones cerebrales y el comportamiento violento, al igual que existen 12 genes relacionados con niveles de agresión, específicamente el llamado "gen guerrero" que regula la serotonina. En este sentido, Fallon también tiene la biología de un asesino serial.

Su esposa Diana dice que no está preocupada por el cerebro sociopático de James: "después de todo lo conozco desde que tenía 12 años".

James Fallon cree que en su caso lo que le evitó convertirse en un psicópata fue una infancia muy feliz. "Si hubiera padecido algún tipo de abuso", dice, "probablemente me hubiera convertido en uno de esos asesinos de los que hacen películas para cable".

Fallon cree esto demuestra que los genes no determinan del todo el comportamiento, sino que las experiencias son capaces de cambiar o potenciar lo que determina la biología. En este caso podemos pensar que la fascinación del neurólogo por estudiar el cerebro de los psicópatas pudo haber sido su propio mecanismo de defensa, de autoconocimiento y autoconciencia.

De cualquier forma la neurociencia criminal abre una controvertida discusión sobre hasta qué punto es válido utilizar tomografías del cerebro o resonancias magnéticas para perfilar a las personas como potenciales asesinos, terroristas, buenos esposos, trabajadores, etc.

[NPR]

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