Mientras sus acciones se desploman y la controversia por negligencia y hasta corrupción pulula alrededor de la empresa British Petroleum, como táctica de emergencia para salvar su reputación la petrolera ha comprado anuncios a Google y a otros motores de búsqueda para aparecer en los primeros lugares de búsquedas como "oil spill" (derrame de petróleo) o"gulf spill" y dirigir el tráfico a su sitio.
No se ha revelado cuanto ha pagado la petrolera, pero Google distingue los resultados pagados de los demás como regla. Obama ha criticado ya a BP por gastarse 50 millones de dólares en una campaña de publicidad por televisión para mitigar los daños.
Según BP no se trata de enterrar la información negativa en torno a su compañía y al desastre medioambiental sino hacer más fácil a la gente que quiere encontrar la información que está en su página.