En esta ocasión KLM, la prestigiada aerolínea holandesa, se ha encargado de demostrar que aún existen buenas ideas dentro del rubro publicitario, aunque pocas, pues es un hecho que la mayoría de las campañas y acciones de las agencias creativas o son malas, o son simples desdoblamientos reciclados y recontextualizados de ideas originales como la silla invisible de KLM, cuyo actual lema, por cierto, es "Journeys of Inspiration".
La instalción consiste en colocar a un tipo que se encuentra plácidamente leyendo, aparentemente sentado en el aire (o en una silla invisible). Los usuarios del aeropuerto de Manchester se detienen intrigados, la mayoría aprovecha para analizar la escena e incluso fotografiarla. Probadamente se logra un lazo de coqueteo emocional entre la instalación y las personas, ya que no sólo resulta provocativa sino que apela al asombro como uno de los mecanismos más efectivos para generar una cierta intimidad entre el espectador y un fenómeno externo, en este caso una marca.