En 1963 Phillip K. Dick planteaba en su novela "The Man in the High Castle" un futuro alternativo donde los Nazis habían ganado la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué habría pasado si los Nazis no hubieran ganado la guerra sino se hubieran refugiado en la Luna con su tecnología secreta esperando el momento de ejecutar con supremacía su plan maestro?.
Los Nazis llegaron a la luna en 1945 y en el 2018 regresaron, esa es la tesis de la primera película de ciencica ficción realizada open source (código abierto) con la participación de voluntarios en el guión, en la producción, en la promoción y el las postrpoducción a través del sitio Wreck a movie.
La producción finlandesa dirigida por Johanna Sinisal, es responsable de la comedia "Star Wreck" y en este caso el tono también será de humor negro, una epopeya retrofuturista, steam-punk que se burla y a la vez explora las teorías de conspiración omni pululantes alteredor de los Nazis.
Evidentemente se juega con la idea esbozada por Richard Hoagland de que la Nasa es otro nombre para el partido Nazi, y que los científicos alemanes fueron recanalizados por el gobierno secreto de Estados Unidos. Otra evocación es la supuesta falsa llegada a la Luna o la producción mediática de esta llegada cuyo verdadero alunizaje podría haber sido anterior.
Muchas teorías de la conspiración relacionan a Hitler con sociedades secretas y tecnología extraterrestre, esto es la excusa perfecta para forjar una comedia épica en torno al apretado rictus alemán, la falsa seriedad metafísica y el fin de la humanidad desde un disparatado futuro, en el que los Nazis han construido la base Sol Negro (un dejo esotérico) y planean, ahora sí, conquistarnos.
[Iron Sky]