La historia de Tahir, ciudadano de Estados Unidos, es la del sueño americano llena de cliches y melodram (es utilizada incluso por el gobierno de Estados Unidos como propaganda), sin embargo, superando, esta membrana de programación mediática, es de destacar su trabajo de reforestación.
Tahir a realizado una labor de "grassroots", voz a voz, reclutando gente de su pueblo para que estos a su vez reclutaran a más gente expandiendo su iniciativa. En solo dos hectareas plantaron miles de semillas. Ahora Tahir, el terrateniente verde, tiene más de 11 mil hectareas en Etiopía donde se han plantado más de un millón de árboles.
Influenciado por el positivismo estadounidense, Tahir, no quiere deternerse ahí, y sueña con volver verde a todo su continenete, África, la "motherland".