"Era un buen tipo, ayudó a muchas personas. Era un entrepreneur. Siempre estaba buscando algo que hacer".
En 1957 Morrison vendió los derechos de manufactura de su "Pluto Platter" (platillo de Plutón). El platillo volador de plástico luego fue renombrado "Frisbee", con ventas superando los 200 millones de discos. En la actualidad es casi imposible ir a la playa o a una larga planicie urbana sin observar los platillos voladores en el aire e incluso se han generado deportes como el Ultimate o el frisbee golf.
Según su biógrafo, Morrison y su esposa Lu, solían aventar la tapa de una olla en las playas de California. La idea creció cuando sirvió como piloto en la Segunda Guerra Mundial y empezó a fabricar platillos voladores en 1948.
Por inventar el frisbee, y su lúdica analogía espacial, le deseamos suaves vuelos interdimensionales a Walter Frederick Morrison.