Millones de personas sostienen tener una conexión especial con el 11:11, una especie de destello sincrónico con la realidad, una sonrisa del programador que se atisba en un reloj o en una pared que se convierte en un espejo de la mente. Ver el 11:11 para muchas personas significa una palomita cósmica, como una señal de que se va por un buen camino.
El 11 es el número de la magia para el ocultista Aleister Crowley.
El meme del 11: 11, popularizado por el new age (particularmente por el mentalista Uri Geller), parte de la idea de que la realidad es un programa de conciencia creado a través de una codificación geométrica y númerica. El 11 y su espejo de identidad o biunidad , 11 (Ometeotl) estaría cifrado como un portal para activar la memoria genética y desencadenar una serie de sincronías, que sirven como realización del tejido conectivo entre la mente y la realidad física. Posiblemente, como a Neo los glitches en la Matrix, el 11:11 como una visión de las comisuras de la realidad, cuya función podría ser la conciencia de que el sujeto percipiente es el creador de lo que experimenta. 11:11 como autovórtice (11:11 tatuado en el ombligo galáctico) hacia el cuarto de control de la nave holográfica de diseño de realidades.
Se dice que la alineación galáctica del 21 de diciembre del 2012 ocurrirá (a máximo giro) a las 11:11 de ese día tiempo universal, hora del solsticio de invierno.
El 11 también representa los dos pilares del templo masónico. 11+11=22=4=Tiempo (el 4 es el número representativo del tiempo; el 22 es un importante número masónico).
Los ataques terroristas de Madrid y las Torres Gemelas (representativas de los pilares masónicos) ocurrieron en un día 11.
La entidad cibernética Pijama Surf nació a las 11:11 un día soleado en la playa digital. Con la facilidad que el new age crea portales o canaliza entidades galácticas, el pretexto vale para designar que todos los días a las 11:11 se abre un portal hacia tu propio código.
Crystal Links 11:11 Digital Time Code