La calma aparente en la superficie solar, la ausencia de las manchas que reflejan actividad magnética, podrían ser un espejismo. New Scientist publica una relación de un estudio financiado por NASA en el que se revela la posibilidad de una catástrofe tecnológica en la Tierra producida por el incremento de actividad solar que se prevé podría dispararse en el 2012.
“Nos estamos acercando cada vez más al filo de un desastre”, dice Daniel Barker el responsable del estudio, realizado por el NAP. New Scientist lleva este tono a imaginar un escenario probable:
Es medianoche del 22 de septiembre del año 2012 y los cielos de Manhattan están llenos de una cortina destellante de luz multicolor. Pocos neuyorkinos han visto el espectáculo visual de una aurora en estas latitudes, pero su fascinación dura poco. Después de unos segundos, los focos eléctricos parpadean y palidecen, luego se vuelven inusualmente brillantes hasta que todas las luces se apagan En 90 segundos toda la costa este de los Estados Unidos se queda sin energía eléctrica.
Uno año después: millones de estadounidenses están muertos y la infraestructura del país está hecha pedazos. El Banco Mundial declara a Estados Unidos una nación en vías de desarrollo. Europa, Escandinavia, China y Japón también están sufriendo para recuperarse del Acontecimiento: una vehemente tormenta iniciada a150 millones de kilómetros en la superficie del sol.
Aunque parece una visión apocalíptica cargada de ciencia ficción hay que recordar que los científicos suelen ser bastante conservadoras y el tono de sci-fi pues sólo es la vía de transición más útil en el paso de la imaginación a la realidad, la metáfora en la que pueden ocultar lo que piensan sin desatar el escándalo colegiado.
Puede sonar inverosímil pero quizá la máxima amenaza que enfrenta la civilización es una ola de bolas de plasma (eyección de masa coronal). El fuego del cielo. Si estas bolas de plasma entran a la atmosfera podrían afectar velozmente la configuración del campo magnético de la tierra, lo cual, a su vez, induce corrientes en el cableado del cuadrante eléctrico, el cual no fue construido para manejar este tipo de corrientes eléctricas directas. El resultado de esto es que el incremento de la corriente crea campos magnéticos que saturan el centro magnético de los transformadores de energía y derriten el cobre de los cables. Esto, en una escala menor, fue lo que sucedió en Quebec en Marzo de 1989, cuando seis millones de personas se quedaron sin luz por 9 horas.
El único antecedente que se acerca es lo que ocurrió en 1859, en el llamado Evento de Carrington, en el que se sucedieron 9 días de severo clima espacial; auroras fueron vistas hasta en latitudes ecuatoriales; el evento fue descrito como “ la primera vez en la que el hombre comprobó que no estaba solo en el universo” y como “el nacimiento de la astronomía moderna”. En ese entonces fue solamente un espertáculo transceleste inigualable, una experiencia mística o una línea de investigación.
“Pero hoy en día ante la interdependencia del sistema eléctrico del planeta y los servicios básicos como el agua, los supermercados y los sistemas de abastecimiento de productos, el mercado financiero o los transportes por sólo decir algunos, las consecuencias pueden ser letales”. Por una especie de inversión, que algunos llamarían karma o homeostasis planetario, los más afectados serían los países más desarrollados, con mayor dependencia tecnológica.
(Resulta sorprendente ver a científicos del mainstream hablar en estos términos en los que se asoman dejos catastróficos y temores cósmicos, basta leer la línea de tiempo que plantea New Scientist: la escasez de agua, la debacle del gas, el caos y la eventual destrucción del transporte, la caída de los hospitales, las plantas nucleares, etc. Un costo de 2 mil millones de millones. Hasta diez años para recuperarse y prácticamente tener que reconstruir el mundo. Justo cuando se soñaba en salir de la crisis económica Si bien un ejercicio imaginativo, hay que notar que este “vuelo” hacia una distopia viene del eje del establecimiento mismo que ejerce el poder y el conservadurismo del orden mundial (y que detenta la información clasificada). Aunque claro eso no los exenta de paranoias, sino al contrario.)
Y aunque se podría prevenir mucho del desastre es muy poco probable que se adopte un esquema de prevención con la antelación necesaria “El mundo muy probablemente bostezara ante el prospecto de una devastadora tormenta solar… hasta que suceda”.
En estos momento el sol está “lo más tranquilo que ha estado en 100 años”, según Mike Hapgod, director de equipo meteorológico de a Agencia Europea Espacial “pero se podría ir al otro extremo”. Se espera que el siguiente máximo solar ocurra en el 2012. Fecha donde confluyen las visiones milenaristas “del fin del mundo como lo conocemos” en hipóstasis del fin del calendario maya, el 13 baktun.
Más información:Apocalypse in 2012? Date spawns theories, films(CNN)
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