En Francia, sin embargo, donde algo saben de le bon vivre, “el buen vivir”, recientemente fue aprobada una ley que permite a cierto sector de trabajadores ignorar los correos electrónicos de tipo laboral que reciban después de las 6 de la tarde, incluso si se trata de uno de su jefe inmediato pidiendo sabe qué tarea urgente, incluso si la persona se encuentra empleada en “importantes” empresas trasnacionales como Google, Facebook, Deloitte o PwC.
La medida, claro, busca concientizar entre el tiempo de trabajo y el tiempo de loisir, el ocio que todos necesitamos para dedicarnos a aquello que nos nutre de otra manera: la familia, nuestra casa, un pasatiempo, una actividad de desarrollo personal, etc.
Recordemos que al menos desde el siglo XIX, cuando las máquinas irrumpieron en la vida laboral, ciertos pensadores soñaron con un momento en que el ser humano estaría libre del trabajo, libre de las órdenes de otro, y entonces sí podría dar sentido a eso: a ser humano, y no solo un engranaje más de una mecanismo inerte.
En Biblioteca Pijama Surf: Tres elogios: a la pereza, a la ociosidad y a la servidumbre voluntaria (PDFs)