Calentar comida en plástico altera tus hormonas más de lo que imaginas
Salud
Por: Carolina De La Torre - 05/26/2025
Por: Carolina De La Torre - 05/26/2025
Puede parecer inofensivo, pero calentar comida en recipientes de plástico podría estar interfiriendo con tu sistema hormonal sin que te des cuenta. La científica Shanna Swan, una de las mayores autoridades en el estudio de disruptores endocrinos y autora del libro Count Down, advierte sobre los riesgos reales de este hábito cotidiano. Lo ha hecho durante más de tres décadas, con respaldo del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH).
En entrevista con el neurocientífico Andrew Huberman, Swan explica que sustancias como los ftalatos y el BPA —químicos usados para hacer que los plásticos sean flexibles o más resistentes— no están unidos de forma permanente al material. Por eso, cuando calientas un recipiente en el microondas o dejas una botella de agua al sol, es más fácil que estos compuestos migren al alimento o bebida. Y lo que entra al cuerpo no se queda ahí sin consecuencias: estos químicos pueden alterar la función hormonal, afectar el desarrollo fetal y el sistema reproductivo, y están relacionados con múltiples problemas de salud.
Aunque muchos recipientes dicen ser “aptos para microondas”, esto solo garantiza que no se van a derretir, no que sean seguros desde el punto de vista endocrino. Por eso, la recomendación es clara: si vas a calentar comida, usa vidrio, cerámica o acero inoxidable. Y si manipulas tickets térmicos —como los de supermercado— de forma constante, usa guantes: también contienen bisfenoles.
No se trata de caer en paranoia, sino de tomar decisiones más informadas. Swan insiste en que, aunque no podemos evitar todos los químicos, sí podemos reducir nuestra exposición a los más dañinos. Evitar calentar alimentos en plástico es un buen punto de partida.
Especialmente para mujeres embarazadas, personas con condiciones hormonales sensibles y niños, estos cambios pueden marcar una diferencia significativa. Pero, en realidad, todos deberíamos prestar atención. Porque cuidar la salud hormonal no es una moda: es una necesidad silenciosa que empieza con pequeños gestos.