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Inquietante serie fotográfica muestra cómo los smartphones nos separan de la realidad

Arte

Por: Luis Hara - 10/07/2024

Serie fotográfica de Eric Pickersgill resalta la naturaleza hipnótica y enajenante de los teléfonos celulares

El fotógrafo estadounidense Eric Pickersgill nos enfrenta a una realidad inquietante en su serie fotográfica titulada Removed, donde edita los dispositivos electrónicos de las manos de las personas capturadas en situaciones cotidianas. A través de su obra, Pickersgill busca generar una reflexión sobre cómo los teléfonos inteligentes y otros aparatos digitales han transformado nuestras interacciones sociales y, en consecuencia, nuestras vidas.

Inspirado por una escena que presenció en un café de Nueva York —una familia sentada junta, pero completamente desconectada entre sí, con el padre y las hijas absortos en sus teléfonos, mientras la madre observaba por la ventana en una soledad palpable—, el proyecto visual de Pickersgill refleja una situación que es cada vez más común en la sociedad moderna. A través de estas imágenes, el artista nos invita a pensar en la ironía de vivir en un mundo hiperconectado donde, paradójicamente, las conexiones humanas más cercanas a menudo se ven interrumpidas o ignoradas.

En las fotografías de Removed, las personas aparecen con posturas familiares, inclinadas hacia sus manos vacías, como si estuvieran sosteniendo sus teléfonos. Lo que llama la atención es la ausencia de los dispositivos, lo que deja a los sujetos en un gesto vacío, sin interacción con los que los rodean ni con su entorno. Este acto de eliminar los dispositivos digitales pone en evidencia la dependencia que hemos desarrollado hacia ellos y cómo han influido en la forma en que nos relacionamos. Al mirar las imágenes, resulta inevitable sentir una mezcla de tristeza y desconcierto al ver a personas que podrían estar conectando entre sí, pero que en cambio están atrapadas en una ilusión de contacto virtual.

Pickersgill destaca que los dispositivos funcionan casi como una “prótesis fantasma”, un objeto ausente que continúa dominando nuestra atención incluso cuando no está allí. Los teléfonos se han convertido en una barrera invisible que, a menudo, utilizamos como un escudo para mantenernos "ocupados" y evitar el contacto con extraños o incluso con los seres queridos. Esta adicción a la tecnología fragmenta nuestra atención entre quienes están físicamente presentes y aquellos que no lo están, pero que, a través de las pantallas, se vuelven igualmente demandantes de nuestro tiempo.