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Silvio Rodríguez y la trova cubana: la utopía de un mejor mundo

Arte

Por: Monse Aguilar - 06/10/2022

Ojalá que nunca nos falte la música de Silvio Rodríguez

A lo largo de su carrera, Silvio Rodríguez se ha caracterizado por ser un artista sencillo. En sus conciertos siempre se puede apreciar a un hombre con anteojos, vestido informal, voz suave y guitarra acústica. El cariño y aprecio del público se han mantenido vivos en toda América Latina.

Gran parte de esto se debe a que Silvio Rodríguez fue un pionero de la nueva trova cubana. Este movimiento de composición de canciones foclóricas, literarias y con conciencia social se extendió desde el Caribe hasta América del Sur en la década de 1960. Tal fue la popularidad de su música entre los izquierdistas que en algunos países como Argentina y Chile su música fue prohibida por varias dictaduras militares, por lo que durante muchos años sus canciones circularon clandestinamente en casetes.

Aunque es complicado elegir una canción favorita, sin duda alguna la canción más popular de su repertorio es "Ojalá". La letra de esta melodía resume la actitud cuestionadora que Silvio ha tenido ante la vida. Desde que comenzó a componer con su guitarra mientras cumplía el servicio militar en la década de 1960, sus canciones han capturado las dudas, los sueños y las creencias de la vida interior de las personas.

Ha cantado sobre sueños, incertidumbres, desilusiones, muerte, amor y esperanza, emociones que se conjugan en un ambiguo sentimiento de anhelo y justicia. Para muchos críticos su música es casi transparente, gracias a sus arreglos para guitarras (incluido el tres cubano), bajo eléctrico, flauta o clarinete y un baterista con un toque ligero.

Un ejemplo de esta música magra es la canción "Sinuhé", un lastimero vals que imagina figuras legendarias como Sinbad, Alí ​​Babá o Aladin vagando por Bagdad. Compuso la letra después de los bombardeos de Estados Unidos: "1001 noches de fuego y codicia/1001 noches sin Dios ni perdón".

Pero más a menudo las canciones se vuelcan a lo mítico y metafórico; por ejemplo, un beso de amante que trae el amanecer, como en "La gota de Rocío". Ser tragado por una serpiente que se destruye desde adentro, como en "Sueño con serpientes". O emprender la búsqueda de un unicornio azul perdido, como en "Unicornio". Sus canciones están llenas de buscadores que intentan encontrar inspiración, respuestas, amor y causas por las que vale la pena luchar.

Varias generaciones de latinoamericanos conocen de memoria "Unicornio", con su llamado a cualquiera que pueda reconocer un unicornio azul perdido para ponerse en contacto. Ampliamente adoptado como metáfora de la búsqueda de la utopía, se convirtió en la banda sonora de la lucha guerrillera en Nicaragua y El Salvador, y en un desafío a las dictaduras militares en Argentina y Chile.

Silvio Rodriguez se ha convertido en uno de los cantantes políticos vivos más influyentes. El cubano cambió el rostro de la canción del siglo XX en América Latina y España. Y eso lo ha logrado porque sus canciones no sólo están llenas de metáforas y alusiones a momentos muy específicos de la historia. Su música ha trascendido los años y sigue vigente en cada generación que resignifica sus letras y se las apropia de nuevo para mantener viva la resistencia. 

Larga vida a la esperanza, el anhelo y la utopía de una América Latina más justa.


Imagen de portada: Ángel Pérez / Creative Commons