'Una invasión brutal e injustificada': Bush confunde Irak con Ucrania en un lapsus revelador
Sociedad
Por: José Robles - 05/19/2022
Por: José Robles - 05/19/2022
“Acto fallido” es el término que se da en psicoanálisis a los actos que aunque en apariencia podemos considerar equivocaciones, en realidad son manifestaciones de nuestro inconsciente que, de manera involuntaria, expresan indirectamente nuestras verdaderas intenciones o pensamientos.
Sigmund Freud conceptualizó y elaboró a propósito de los actos fallidos en su relación con el inconsciente sobre todo en su obra Psicopatología de la vida cotidiana, de 1901, en la cual exploró especialmente los llamados “lapsus linguae”. Esta locución latina se refiere a las “equivocaciones” cometidas al hablar, dejando de lado las que podrían estar asociadas a una condición física, para tomar aquellas en las que se puede percibir la influencia del inconsciente. Así, por ejemplo, las fallas en las que se cambia una palabra por otra, en lo cual se puede entrever en qué estaba pensando realmente una persona aun cuando al hablar prefirió decir otra cosa.
Un lapsus sumamente significativo de este tipo fue en el que incurrió nada más y nada menos que George W. Bush, el expresidente de Estados Unidos que tiene en su conciencia la ignominia de haber desatado una guerra en Irak.
Bush se encontraba en un encuentro político en la ciudad de Dallas, Texas, donde se dirigió a los asistentes con un mensaje en el cual expresó su opinión respecto de la situación política internacional y el conflicto entre Rusia y Ucrania.
En su discurso, llegó el momento casi obligado de condenar la agresión del gobierno ruso en Ucrania, y fue ahí cuando ocurrió el desliz:
[…] El resultado es una ausencia de controles y equilibrios en Rusia y la decisión de un hombre de lanzar una invasión brutal y totalmente injustificada en Irak… Es decir, en Ucrania.
El lapsus es incontrovertible porque Bush inició la guerra en Irak bajo la suposición de que el gobierno de Sadam Hussein tenía en su poder armas químicas prohibidas por la comunidad internacional, lo cual era mentira, según se demostró después.
Dicho de otra manera, lo que Bush quiso atribuir a Putin, que lanzó “una invasión brutal y totalmente injustificada” en Ucrania, fue lo que él hizo en Irak. De ahí el lapsus.
Y aunque después Bush atribuyó el error a su edad, la marca de su inconsciente quedó impresa en la realidad, indeleble.