El nuevo disco de Arcade Fire y su himno a Sagitario A*, el agujero negro en el centro de la galaxia
Arte
Por: Joaquín C. Bretel - 05/13/2022
Por: Joaquín C. Bretel - 05/13/2022
Arcade Fire, indudablemente, una de las bandas más importante del llamado indie rock, está de regreso después de 5 años con un nuevo disco. La banda de Montreal, ahora mayormente fincada en New Orleans, acaba de lanzar We, un canto a lo real en una casa de espejos y espectros.
Con la buena estrella que los caracteriza, este disco, que vuelve a una especie de épica dulce, contiene un tema dedicado a Sagitario A*, el agujero negro en el centro de la galaxia que acaba de ser fotografiado y que acapara los titulares. La canción "End of the Empire IV (Sagittarius A*)" está llamada claramente a ser una especie de himno de este misterioso y maravilloso objeto en el centro de la Vía Láctea.
Desde su último disco, Everything Now, Arcade Fire inició una crítica a la sociedad de consumo digital que también puede apreciarse en el nuevo disco, el cual, según la banda, se trata de "las fuerzas que intentan separarnos de las personas que amamos... y la necesidad urgente de superarlas". Entre ellas figuran prominentemente la enajenación tecnológica y la ansiedad de crecer en esta época. La pareja que lidera la banda, Win Butler y Régine Chassagne, canaliza el pleito del presente de la juventud mundial, que vive en "un laberinto de espejos, en un holograma de un fantasma", cayendo despacio con un "alma de plástico en un agujero de conejo". Pero en medio de este desconsuelo, aún encuentran belleza. Es un disco para los jóvenes, lleno de entusiasmo ("colmado del dios"), un disco para su hijo.
Aunque el disco tiene un fuerte contenido intelectual no deja de brillar un sonido espacioso y dulce, con los acostumbrados momentos de angst seguidos de éxtasis. Momentos de melancolía dorada y meliflua y esperanzadora euforia multinstrumental. Canciones de felicidad -del otro lado del túnel- para el final del" imperio americano", contemplando ese ubicuo agujero negro en el centro de todo lo que existe.
Butler dice: "somos los juglares. Estamos actuando en la corte. Y todo está hecho de dinero. No sé la respuesta. Pero puedes encontrar una rebaja".
En medio de la destrucción y el inminente Apocalipsis, esperan aún el rayo de luz del cielo perfecto que convierte "la oscuridad en azul índigo". Una especie de confirmación nietzscheana de regresar eternamente, pero regresar juntos y volver a hacer el mundo. Aunque una afirmación, en este caso, no del yo sino del nosotros, de la conexión real e íntima de las personas a través de la música y el amor contra las fuerzas atomizadoras de la vida moderna y su culto al individuo, aislado y dubitativo ante un futuro incierto e inhumano.
En una época en la que las grandes bandas de rock pierden influencia e importancia ante las estrellas individuales y los influencers, Arcade Fire es una de las últimas bandas vigentes y vigorosas, con música que no obedece a la última tendencia pero que es fresca, luminosa y sincera. Capaz de ver la oscuridad que algunos no perciben por estar tan inmersos en ella, y al mismo tiempo, capaz de creer en la luz.