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Un mapa que parece anunciar la nueva multipolaridad mundial

La invasión rusa de Ucrania -o la "operación militar especial", según se le quiera llamar- ha creado un momento crítico en la geopolítica. Muchos analistas creen que el ataque ruso es el principio de una nueva era de tensión militar acaso similar a la Guerra Fría y que incluso podría escalar a niveles mayores, no vistos desde la Segunda Guerra Mundial. Sobre todo parece sugerir que estamos por entrar a una nueva era multipolar y no solo unipolar, es decir, un mundo regido por diferentes poderes y modelos económicos y filosóficos -fundamentalmente China, Rusia y quizá algunos países islámicos- y no sólo un modelo monolítico dominante (el de Estados Unidos y sus aliados occidentales).

Los poderes occidentales han argumentado que "el mundo libre" está unido. Su discurso fundamentalmente ha girado en torno a la unidad de la OTAN, en oposición a la dictadura rusa "irracional". Para combatir la actividad bélica de Rusia han optado por un frente unido de sanciones económicas. Sin embargo, los países de la OTAN se han encontrado con un mundo inmensamente complejo y con varios países que no han seguido completamente, y ciertamente no con el mismo entusiasmo unipolar, su condena categórica de las acciones de Rusia. Pese a que cualquier país en su sano juicio condenaría la guerra y la muerte de civiles, algunos quizá perciben que las cosas están cambiando, han perdido algo de fe en el proyecto del capitalismo ultraliberal occidental y aguardan con interés lo que podría suceder. El gran ejemplo es por supuesto China, que se ha convertido en un oponente temible y que observa con cuidado la reacción de la OTAN, al tiempo que contempla una posible intervención en Taiwán.

Muchos países han reaccionado de manera discreta y diplomática, condenando de manera general la guerra, pero con un discurso muy diferente al de la OTAN. Tal es el caso de África, donde Rusia y China llevan algunos años intentando crear una zona de influencia y, por supuesto, el Medio Oriente y la India. Aunque los colores del mapa nos dicen cosas distintas, pues el bloque azul está más cerca de ser propiamente un bloque unido que el bloque rojo, emerge un mapa geopolítico de países que quizá podríamos llamar "no alineados" y se abre un campo de posibilidades para un reacomodo de influencias. Al menos esto es lo que Rusia quiere y cree que puede lograr en este momento que juzga estratégico para reposicionarse como un poder capaz de hacer frente al eje dominado por Estados Unidos y los países de Europa occidental. Al mismo tiempo que Putin acusa a Occidente de dividir a los rusos y a los ucranianos, su estrategia parece ser también sembrar caos y dividir el mundo, incluyendo polarizar la política interna de Estados Unidos. Por supuesto, la esperanza de la OTAN es impedir esta tendencia, confiando en que las sanciones y el rechazo a la guerra en la propia Rusia castiguen al gobierno de Putin.

 

 

Este mapa del Group d'Études Géopolitiques, publicado por Le Grand Continent, es bastante sencillo pero contiene información sumamente sensible. En el futuro podría ser el registro de la transformación geopolítica del mundo hacia nuevos frentes y hacia una nueva etapa de multipolaridad.

En rojo claro están los países que no han querido condenar explícitamente a Rusia. En azul claro los que han condenado la acción pero no han respondido enérgicamente con sanciones. Y en azul-verde están los países que han condenado severamente lo sucedido y han prometido que responderán con sanciones. Aunque no hay duda de que los países que condenan y sancionan a Rusia siguen siendo los más poderosos, su poder no luce tan amenazante como lo habría sido hace 10, 20 o 30 años.

Así, aunque desde la perspectiva geopolítica son tiempos interesantes, lamentablemente son tiempos muy oscuros, en los que buena parte de los ciudadanos del mundo -como ya le ha sucedido a los ucranianos- podrían quedar en medio de una guerra asimétrica entre dos (o más) bandos que han probado ser capaces de gran manipulación y destrucción. 


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Imágenes: Le Grand Continent