A lo largo de la historia de la humanidad, mujeres y hombres por igual se han preguntado sobre el sentido y significado de la vida y la muerte. Diferentes respuestas se han dado a lo largo del tiempo y desde geografías distintas.
Actualmente las respuestas se multiplican con el paso de los días, pero a medida que estas respuestas aumentan, aumentan también nuestras incertidumbres. El confinamiento, el distanciamiento social, la adaptación a nuevas formas de socialización, han puesto un nuevo enfoque a nuestras vidas y a las dudas acerca de nuestro futuro.
Tal vez, ahora más que nunca, necesitamos más respuestas y sensaciones de certeza y seguridad. Necesitamos buscar alguna fuente de sabiduría que nos guíe en lo incierto de este tiempo.
No podemos negar que a pesar de tener diferentes metas, objetivos y deseos, lo que queremos es la certeza de que todo saldrá bien, que tendremos una vida saludable y feliz.
Estos y otros temas los podemos encontrar en este cortometraje de 2016.
Tres personas de más de 100 años nos cuentan sus perspectivas sobre la vida, sus aprendizajes más importantes, los consejos que consideran relevantes y, por supuesto, sus arrepentimientos.
Tereza Harper migró de la entonces Checoslovaquia (hoy República Checa) a Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial para reunirse con su padre después de haber sido este prisionero de guerra. Es testigo de las atrocidades cometidas durante el siglo XX y lo que va del XXI, y aún así mantiene una actitud de amor y gratitud por la vida que ha llevado.
Sabemos que hay millones de personas con condiciones muy distintas, con biografías particulares y maneras específicas de interpretar su vida. Sin embargo, las enseñanzas de quienes han vivido tanto tiempo y atravesado experiencias complejas nos brindan un poco de esperanza en estos tiempos convulsos.
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