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La actriz británica está cansada de la mirada masculina en el cine

La actriz Keira Knightley, una de las grandes estrellas del cine británico, ha generado polémica y admiración por su nueva postura en el set de sus películas. Knightley ha declarado que dejará de actuar en películas en las que existen escenas de sexo para su personaje si estas son dirigidas por hombres. Knightley sugirió que no tiene problemas con las escenas sexuales siempre y cuando sea una mujer quien las dirige.

El tema lleva ya algunos años de polémica, particularmente por los escándalos sexuales en la industria del cine, por el uso de posiciones de privilegio de ciertos directores y productores, los cuales han sido acusados no solamente de acoso sexual sino de crear escenas en las que las actrices no se sienten cómodas o en las que se representa la sexualidad femenina desde la llamada "mirada masculina" o "mirada patriarcal".

Esto es justo lo que Knightley repudia:

No quiero hacer esas horribles escenas sexuales donde todos están llenos de aceite gimiendo. No me interesa hacer esto. Me siento incómoda tratando de representar la mirada masculina.

Knightley agregó que suele pasar que en una película alguien dice que "una escena de sexo sería genial" y "básicamente sólo se necesita alguien que se vea muy sexy". En ese caso, afirma, deben buscar a otra persona, porque ella prefiere no estar desnuda frente a un grupo de hombres para una escena de este tipo. Según la actriz británica, la imagen de lo que es ser mujer ha sido influenciada durante demasiado tiempo por la mirada masculina, que proyecta sus propios deseos. Es una imagen de una mujer "que debe ser buena, bonita, delgada (pero no demasiado delgada), exitosa (pero no demasiado exitosa)". Alguien que a la vez sea coqueta y maternal.

Esta "mirada masculina" en el sexo, según algunos psicólogos y pensadoras feministas, es responsable de que muchas mujeres se sientan inadecuadas y moldeen su vida conforme a estereotipos que pueden ser enajenantes. 

 


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