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Pfizer ya tiene su vacuna: es 95% efectiva y podría aprobarse en cuestión de días

Ciencia

Por: Luis Alberto Hara - 11/18/2020

Pfizer y su socio BioNTech dan por terminadas las pruebas de la vacuna contra la covid-19: aseguran que el fármaco es 95% efectivo frente al nuevo coronavirus, por lo cual buscarán que la FDA dé una autorización de emergencia para comenzar su distribución

La mañana de este miércoles 18 de noviembre, la compañía farmacéutica Pfizer anunció que ha dado por terminadas las pruebas de la vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2 que ha estado desarrollando en los últimos meses, luego de que el medicamento demostró un 95% de efectividad contra la covid-19 y no generó efectos secundarios de gravedad.

Si los datos se confirman, Pfizer y su socio alemán BioNTech (con quien trabajó en este proyecto) serían los primeros en haber completado las tres fases que los protocolos de salud pública exigen para que una vacuna pueda ser administrada entre la población general.

Entre otras cualidades, la vacuna de Pfizer demostró una efectividad sumamente elevada, del 94% en adultos mayores, uno de los sectores más vulnerables frente a la covid-19, lo cual le da una ventaja todavía mayor sobre sus competidores.

Según la empresa, con estos resultados se acercarán a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), la dependencia del gobierno de Estados Unidos encargada, entre otras cosas, de autorizar la comercialización y distribución de fármacos en el país. En este caso, Pfizer buscaría que la FDA otorgara una “autorización de emergencia” a la vacuna en los próximos días, lo cual aceleraría significativamente el proceso de aplicación masiva del fármaco.

Si la aprobación de la FDA se concreta, Pfizer asegura que podría tener disponibles poco más de cincuenta millones de dosis de la vacuna antes de que termine este año, y cerca de 1.3 mil millones más para finales de 2021. 

Con todo, aun cuando esta capacidad de producción es impresionante, tan sólo en Estados Unidos la población es de trescientos treinta millones de habitantes y cabe recordar que el Reino Unido, Canadá y los países que conforman la Unión Europea también han comprado ya varios millones de dosis de vacunas a la empresa. 

En ese sentido, los autoridades sanitarias de Estados Unidos han asegurado que muy probablemente, cuando una vacuna sea aprobada por la FDA, las primeras dosis serán distribuidas entre el personal médico (debido al riesgo elevado de contagio que viven cotidianamente por su exposición al virus) y, en segundo lugar, entre los sectores de la población más vulnerables, como los ancianos.

En la última fase de las pruebas participaron 44 000 voluntarios, la mitad de los cuales recibió la vacuna y la otra mitad un placebo. Durante la prueba se registraron ciento setenta casos de contagios de covid-19, 162 de los cuales habían recibido el placebo y los ocho restantes la vacuna. Por otro lado, de diez casos en que la enfermedad evolucionó con gravedad, nueve habían recibido el placebo.

En cuanto a los efectos secundarios de la vacuna, hasta ahora el más serio ha sido la fatiga, la cual fue reportada por 3.7% de los voluntarios que recibieron el fármaco, en especial luego de haber recibido una segunda dosis. Un porcentaje menor de personas reportó dolor de cabeza y otros, en particular adultos mayores, describieron otros síntomas menores.

Con estos resultados, Pfizer parece haber batido todos los récords en el desarrollo de una vacuna, proceso que históricamente ha tardado varios años y que, en este caso, ha tomado tan sólo ocho meses. 

Dejando de lado la suspicacia que esta premura puede alimentar, lo cierto es que todavía es muy pronto para cantar victoria, pues siguiendo con los protocolos, es necesario que las pruebas y el fármaco en sí sean examinados por la comunidad científica internacional bajo los criterios establecidos y, valdría la pena decirlo, incluso con una exigencia mayor debido a la situación implicada. 

A propósito cabe mencionar que tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna (la cual también ha mostrado una alta efectividad, del 94%) han sido desarrolladas a partir de una tecnología cuyo uso nunca se ha aprobado para seres humanos, la cual consiste en usar una versión sintética del material genético del virus en cuestión (el SARS-CoV-2 en este caso) que incita a las células a crear muchas copias de sólo un fragmento del virus; cuando el verdadero virus ingresa al cuerpo, estos fragmentos "se activan” y hacen que el sistema inmune reaccione defendiéndose en contra del agente patógeno.

Por último es importante señalar que la vacuna de Pfizer tiene frente a sí un gran desafío en cuanto a su distribución masiva, pues hasta ahora, por su composición necesita ser almacenada a una temperatura de -80ºC. En congeladores normales puede conservarse pero sólo por un máximo de cinco días, y en congeladores especiales hasta por 15 días a condición de que se encuentre siempre rodeada de hielo seco y, por otro lado, que los contenedores no se abran más de dos veces al día.

Ahora que tantas cosas dependen del desarrollo y aprobación de una vacuna (o al menos ese es el discurso generalizado), las próximas semanas serán cruciales para todo lo relacionado con la situación de pandemia en que vivimos. Este anuncio de Pfizer removerá, sin duda, muchos factores implicados.

 


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