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California será uno de los primeros estados en transitar a los modelos de transporte 100% eléctricos en Estados Unidos

El gobernador del estado de California en Estados Unidos, Gavin Newsom, declaró la semana pasada que la venta de nuevos coches de gasolina/diésel estará prohibida a partir del año 2035. 

Esta iniciativa es una muy similar a las que se irán implementando en países como Alemania y China (país, este último, que prometió reducir a la mitad sus emisiones de CO2 para 2030 y eliminarlas en su totalidad en 2060).

Pero, ¿qué tan práctico es transitar a una vida y un modelo 100% eléctrico?

Es obvio que los coches de gasolina seguirán existiendo después de 2035. Sin embargo, cada vez más personas están adquiriendo o pensando en adquirir un coche eléctrico. Y aunque hoy en día comprar uno de estos vehículos es más caro que un coche de gasolina, a largo plazo son mucho más baratos de mantener, además de que muchas ciudades todavía no implementan planes para cargarlos de manera eficiente y no tan cara. No obstante, a medida que la demanda de estos coches vaya creciendo y muchos gobiernos comiencen a transitar a este tipo de modelos, las ciudades brindarán más facilidades para quienes sean dueños de un vehículo de este tipo. 

Ante esta situación, surge la pregunta por la capacidad de la red de energía de las ciudades. En el caso de California, actualmente su red produce 200 TWH por año (doscientos mil millones de kwh). Sin embargo, todavía no es suficiente; ocasionalmente hay "apagones progresivos" cuando la red se sobrecarga.

Elon Musk ha prometido que, de aquí a tres años, Tesla venderá el modelo EV, Electric Vehicle ("vehículo eléctrico") por sólo veinticinco mil dólares. No es posible saber si cumplirá esa promesa, pero muy posiblemente para el año 2035 habrá mejores opciones de automóviles eléctricos y quizá modelos más accesibles. En China, por ejemplo, ya se venden vehículos eléctricos "minimalistas" en aproximadamente cinco mil dólares. 

Transitar a modelos de vida eléctricos para reducir las emisiones de CO2 implica más que sólo prohibir coches de gasolina. Significa producir suficientes coches eléctricos para cubrir la demanda, pero también cambiar el transporte público, que sea digno y suficiente para transportar a grandes cantidades de personas de manera diaria. Implica también generar nuevas maneras de producción en el sector industrial.

Con la velocidad con la que pasan los años, no será de sorprenderse cuando el 2035 llegue más rápido de lo que pensamos. Aunque ese sea el año en el que, por lo menos en California, se prohíba el transporte de gasolina, esperamos que muchas otras ciudades alrededor del mundo implementen medidas de este tipo. 

 

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Imagen de portada: Justin Sullivan / Getty Images