A lo largo de este 2020 muchas universidades y centros de investigación se han dado a la tarea de conducir diferentes tipos de estudios para comprender mejor el comportamiento del nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Muchas de estas investigaciones tienen el objetivo de contribuir al desarrollo de tratamientos efectivos o de una vacuna. Por otro lado, una mejor comprensión del virus ayudará a desarrollar e implementar políticas públicas, sobre todo de salud, para poder prevenir y atender mejor a los habitantes de todos los países.
Este es el caso de las investigaciones que se están llevando a cabo para comprender cómo afecta el virus a personas que padecen de otras condiciones médicas, en especial obesidad mórbida, diabetes, pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cáncer, entre otras.
En particular, entre la obesidad mórbida y los casos más graves de covid-19 existe una relación estadísticamente significativa. La obesidad aumenta el riesgo de padecer infecciones de las vías respiratorias, dificultando la función pulmonar. En el caso de los pacientes que padecen obesidad y se contagian de covid-19, la probabilidad de necesitar ventilador aumenta significativamente.
A este respecto, en un estudio publicado en la revista especializada World Medical and Health Policy, científicos de la Universidad de Alabama en Tuscaloosa dieron a conocer resultados de una una investigación que podría ayudar a la identificación de los recursos necesarios para tratar a pacientes que presenten obesidad mórbida, además de contribuir con información vital para mejorar las políticas de prevención de salud.
El estudio –en el que participaron los doctores Kevin Curtin, Lisa Pawloski y otros– consistió en un análisis del número total de muertes por covid-19 a nivel nacional en Estados Unidos, confrontado con los cálculos de las tasas de obesidad mórbida para cada condado del país. Los datos se obtuvieron de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de la Oficina del Censo.
Los investigadores examinaron a adultos de entre 18 y 64 años de edad y encontraron que las tasas de casos (contagios y recuperados) y muertes por covid-19 aumentaron en 9% específicamente en personas que padecían obesidad mórbida, esto en comparación con personas sin ningún otro tipo de comorbilidad.
Uno de los responsables de esa investigación, el doctor Kervin Curtin (geógrafo), afirmó que cualquier tasa con una variación mayor al 9% merece ser estudiada mucho más a fondo. El equipo del doctor Curtin tomó los datos geográficos (por condado) para encontrar las tasas más altas de obesidad mórbida a nivel regional, de esta manera relacionaron las zonas donde la tasa de obesidad es más alta y por lo tanto, en donde se debe poner especial atención a las tasas de muerte por covid-19.
Hasta el momento, la mayor parte de las investigaciones sobre el impacto de la obesidad en pacientes afectados por covid-19 se ha realizado en China, lo cual es un tanto paradójico, pues China es el país que tiene las tasas de obesidad más bajas a nivel mundial. Estados Unidos, en cambio, ocupa el segundo lugar a nivel mundial en cuanto a obesidad de su población se refiere, y México, por señalar otro caso sumamente significativo, es el país con los mayores índices de obesidad mórbida y obesidad infantil también a nivel mundial.
En este artículo de investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de la Ciudad de México, se muestran las similitudes entre los casos de covid-19 en México y en China. Durante el mismo periodo de la curva epidémica se observó una reducción de casos confirmados en México, en comparación con los casos en China. Sin embargo, el dato preocupante es que en México hay una tasa mayor de mortalidad en comparación con China.
De acuerdo con los resultados de este estudio, se encontró que:
La mayoría de los casos de covid-19 se ubicaron en la Ciudad de México. La edad promedio de los pacientes fue de 46 años. De los 12 656 casos confirmados, el mayor número de infectados ocurre en el rango de edad entre 30 y 59 años (65,85%), y hubo una mayor incidencia en hombres (58,18%) que en mujeres (41,82%). Los pacientes fallecidos tenían una o múltiples comorbilidades, principalmente hipertensión (45,53%), diabetes (39,39%) y obesidad (30,4%).
Dentro de la comunidad científica existe el consenso de que el contagio de covid-19 es potencialmente alto, por lo que su prevención requiere de una vigilancia epidemiológica más rigurosa que la que tienen otras enfermedades virales o bacterianas.
Esto de ninguna manera significa que se ha dejado de poner atención a otras enfermedades potencialmente mortales (adicciones, VIH, cáncer, malaria, dengue), sino que aún se conoce poco sobre la complejidad de esta nueva cepa de coronavirus. La gravedad de este virus no sólo impacta en la salud de la población mundial sino que también ha tenido efectos sociales, políticos y económicos. La predominancia de covid-19 en diferentes ámbitos de la vida cotidiana ha hecho parecer que otras enfermedades no tienen importancia, por lo que los esfuerzos de los científicos y expertos están volcados casi enteramente a estudiar este nuevo virus para, así, acelerar el desarrollo de una vacuna, o en su defecto un tratamiento efectivo.
Para finalizar vale la pena recordar que la pandemia de covid-19 se ha caracterizado por sus tasas elevadas tanto de contagio como de mortalidad. Por esta razón es imprescindible comprender la asociación entre la obesidad y los resultados de salud negativos de las enfermedades respiratorias, en particular la relación de una comorbilidad, como lo es la obesidad, con este nuevo virus, de manera que sea posible contar con más y mejores herramientas para prevenir la muerte de miles de pacientes.
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