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¿La covid-19 ha aumentado el número de rupturas amorosas? Estas podrían ser las razones

Sociedad

Por: Jimena O. - 08/06/2020

La pandemia por covid-19 ha hecho evidente la necesidad de reconfigurar las relaciones de pareja, incluido el matrimonio. ¿Existe una relación directa entre la pandemia y el aumento de los divorcios?

Ahora que muchos países han comenzado con el desconfinamiento paulatino, muchas de sus entidades administrativas poco a poco también han regresado a sus labores. En ciudades donde este proceso ya ha empezado, los abogados familiares han reportado un alza en las peticiones de divorcio. 

Surgen dos preguntas al respecto: ¿Los divorcios son una consecuencia de la pandemia por la covid-19? ¿El número de divorcios sólo es el total de casos acumulados durante el periodo de suspensión de actividades administrativas?

Hay varias razones para creer que la pandemia aumentó el número de divorcios. Uno de los principales indicadores es que las dificultades financieras entre personas que viven o vivían en pareja se incrementaron durante los últimos meses, ya sea porque una o ambas personas se quedaron sin trabajo o porque a una o a ambas personas les redujeron su sueldo. Debido a la pandemia, se profundizó la crisis económica en la que ya estaba sumergido casi todo el mundo. Una de las consecuencias más graves ha sido la pérdida de 22.2 millones de puestos de trabajo, esto tan sólo en Estados Unidos. En muchos países, los seguros de desempleo y los subsidios de los gobiernos no han sido suficientes para mitigar las consecuencias negativas de esta crisis y, por otro lado, hay otros países en donde dichos mecanismos de seguridad social ni siquiera existen.

En este contexto, las parejas que se han visto afectadas y han padecido problemas financieros tienen mayor probabilidad de divorciarse. 

En segundo lugar, el confinamiento en casa también pudo haber disminuido la calidad de la vida en pareja. Muchas personas se han visto obligadas no sólo a trabajar desde casa sino a trasladar al hogar muchas otras actividades de diversa índole (ocio, socialización, actividad física, salud, etc.), lo cual implica concentrar toda la rutina personal en un solo espacio. Por esta razón los tiempos y espacios que antes se dedicaban exclusivamente a uno mismo se vieron afectados, haciendo más difícil establecer los límites del espacio personal. La reducción del espacio personal puede crear tensiones entre una pareja. 

El aumento de las responsabilidades domésticas puede ser otro factor que contribuya al deterioro de una relación de pareja. La pandemia ha evidenciado y profundizado las desigualdades de género dentro del hogar. Las mujeres parecen ser las más afectadas por el aumento de carga en las responsabilidades domésticas. Los resultados preliminares de la encuesta "Work & Care in the Time of covid-19", realizada por la Universidad de Melbourne, muestran que las mujeres están asumiendo más de dos tercios de la carga adicional que surgió a raíz del brote de covid-19.

En relación con dicha situación, debido al cierre de escuelas, muchas parejas tuvieron que dedicar más tiempo y atención a sus hijos. Según un informe reciente, en varios países el promedio de horas que las parejas con hijos dedican a las tareas domésticas casi se ha duplicado, de treinta a cincuenta y siete horas. 

En general, las mujeres han explicitado la inconformidad que sienten con sus parejas, relacionada en buena medida con el hecho de que durante estos meses se han visto obligadas a asumir gran parte del trabajo doméstico derivado del confinamiento.

Es así como algunas mujeres generaron quizá sentimientos de rencor hacia sus parejas, por motivos diversos. La creciente insatisfacción con su matrimonio y el resentimiento hacia sus parejas puede aumentar el riesgo de una ruptura amorosa y, finalmente, derivar en la solicitud de divorcio. 

Algunos estudios han demostrado que las parejas pueden posponer su divorcio en momentos de dificultades financieras e incertidumbre porque pueden necesitar capitalizar los beneficios económicos de los matrimonios, como la división de renta y servicios, y porque no pueden pagar un abogado y todos los costos que lleva un proceso judicial tan complejo. Por ello, una hipótesis es que la pandemia ha reducido el riesgo de divorcio, por lo menos de manera temporal.

Sólo el tiempo dirá si algunos matrimonios se convirtieron en víctimas de la pandemia. No porque la covid-19 lo haya causado sino porque, como ya hemos dicho, la pandemia puso en evidencia situaciones y problemas que pudieron haber existido antes de este periodo.  

Sin embargo, también hay razones para creer que dicho pico en el incremento de divorcios es temporal y desaparecerá una vez que los sistemas judiciales se "pongan al día".

La pandemia puede haber fortalecido los lazos matrimoniales de algunas parejas, al solidificar los límites entre las familias nucleares y todas las demás. Las políticas de cierre de muchos establecimientos e instituciones, junto con el confinamiento, han creado una oportunidad para que las parejas puedan pasar más tiempo juntos y generar formas creativas de convivencia, mejorar la comunicación y hacerla más frecuente y sincera, además de pasar tiempo con sus hijos. Muchos matrimonios también tuvieron que depender mucho más el uno del otro para resolver los problemas que se originaron durante la pandemia. Todo lo anterior pudo haber tenido un impacto en las familias, en la construcción de intimidad, en la creatividad para comunicarse y pasar tiempo juntos y en construir nuevos límites para una convivencia más sana.

 

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Imagen de portada: Brian Rea, New York Times