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Es sabido que empresas como Amazon, Apple, Facebook y Google han acumulado un enorme poder económico y político, muy superior al de muchos países o incluso regiones enteras en el mundo

Para cualquier persona que haya observado el mundo en la última década o más, es claro que empresas como Amazon, Apple, Facebook y Google han acumulado un enorme poder económico y político, muy superior al de muchos países o incluso regiones enteras en el mundo. Además, estas empresas no parecen usar su poder para el beneficio del mundo en general ni de sus clientes particularmente, como su discurso mantiene, sino que son mayormente una fuerza de opresión, enajenación y desestabilización de la democracia y del tejido social en general (como, de hecho, lo aceptó un exdirectivo de Facebook, al decir que habían creado una herramienta que destruye a la sociedad).

Recientemente, un nuevo cuestionamiento se ha llevado a cabo por parte del Congreso de Estados Unidos, en seguimiento a una investigación que inició formalmente con una audiencia sostenida en 2018. En ese año se descubrió que varios organismos extranjeros habían usado la plataforma de anuncios de Facebook para incidir en el proceso de la elección presidencial, un hecho particularmente sensible para la vida pública y política del país. 

En esta ocasión, los máximos ejecutivos de los cuatro gigantes digitales fueron interrogados vía digital por congresistas estadounidenses. La principal acusación que se les hace, y la cual podría llevar a una acción concreta, es la de monopolio. A la par se señala que, por su tamaño e influencia, estas empresas son capaces de controlar la economía y la democracia. 

En particular, los congresistas acusaron a Amazon de desplazar a los pequeños empresarios con su modelo de "el ganador se lleva todo". Por otra parte, Facebook fue cuestionado por su compra de Instagram, un movimiento a todas luces monopólico que le permitió eliminar la competencia en el sector de las redes sociales. Zuckerberg se defendió diciendo que  empresas como Facebook son esenciales para permitir que el modelo estadounidense, con sus valores de supuesta democracia y libertad, triunfe en el mundo. Sin ello, la competencia (presumiblemente, empresas chinas) acabará transformando la realidad del mundo, es decir, la vida tecnológica, y acaparando el poder económico y político. El cuestionamiento, sin embargo, se desvió por parte de los republicanos al tema de la censura de información y de medios conservadores en ciertas plataformas. 

Diversos analistas señalan que aunque el cuestionamiento es bienvenido, y los problemas que presenta el "Big Tech" son obvios, no se espera una acción que obligue a estas empresas a dividirse, como ocurrió en su momento con la telefonía. Se espera solamente la imposición de algunas sanciones financieras, las cuales, aunque sean elevadas, no serán realmente un problema para estas empresas, que reportaron recientemente buenos ingresos en la primera mitad del año pese a la crisis económica global. Igualmente, las encuestas muestran que en general estas empresas –salvo Facebook– gozan de aceptación entre la opinión pública.

Al parecer, sólo la tecnología está sana. Y más aún: se cree que sólo la tecnología salva. 

 

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