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El momento en el que comas influye en la pérdida o aumento de peso

Salud

Por: Jimena O. - 04/18/2020

Controlar tu peso tiene que ver principalmente con la cantidad y el tipo de comida que ingieres y el ejercicio que haces, pero un estudio reciente muestra que el control del peso también está relacionado con el momento del día en el que comemos

Nuestro reloj biológico y nuestros patrones de sueño regulan cómo se metaboliza la comida que comemos, por lo que depende del momento del día si se queman grasas o carbohidratos. 

El cuerpo y sus funciones tienen un ritmo. De manera común le llamamos “reloj biológico”, pero su nombre científico es ritmo circadiano. Este determina cuándo dormimos, por cuánto tiempo, cuándo tenemos hambre, la cantidad de comida que necesitamos.

Pero también existen muchos otros procesos biológicos que dependen de este ritmo. Por ejemplo, la regeneración de los tejidos intestinales y la producción de hormonas, entre ellas, la hormona que estimula la tiroides, el estradiol, una de las hormonas sexuales femeninas, y la melatonina, la hormona que se produce al disminuir la luz ambiental para inducir el sueño.

Sin embargo, varios estudios recientes postulan que hay muchas células no nerviosas que funcionan bajo ritmos circadianos, entre ellas, las células hepáticas, las cuales responden a los ciclos alimentarios. 

Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Estados Unidos, sugiere que la pérdida y ganancia del peso no sólo tiene que ver con la dieta y la actividad física, sino también con la alteración del ritmo circadiano. Es decir, con en qué momento del día comemos ciertos alimentos. 

En esta investigación, los científicos tomaron a cuatro hombres y dos mujeres de entre 51 y 63 años y con buena salud física. 

Los sujetos dormían y comían en una cámara metabólica y se les permitió estar fuera de la cámara durante veinte minutos, dos veces al día. Cada sujeto fue monitoreado en dos experimentos de cincuenta y seis horas, en los que se compararon las diferencias en el tiempo de sus comidas. Durante las cuatro comidas del día (desayuno, almuerzo, cena y aperitivo) se monitoreó su tasa metabólica, la relación de intercambio respiratorio, la oxidación de carbohidratos y la oxidación de lípidos (grasas).

En el experimento en el que se retrasó el desayuno de los sujetos y el aperitivo fue después de las 10 p. m. se observó que los ritmos circadianos de oxidación de lípidos y carbohidratos se atrasaron, lo cual provocó que el metabolismo fuera más lento y que aumentara la probabilidad de que los sujetos subieran de peso.

Cabe destacar que los sujetos de este estudio eran adultos estadounidenses de más de 50 años, lo que ya de por sí indica que sus ritmos circadianos son diferentes a los de un niño o una persona joven con buena salud física. 

Los resultados de este estudio no deben ser tomados como definitivos y universalmente aplicables a cualquier tipo de persona, pues existen actividades y estilos de vida muy variados. Los ritmos circadianos tienen una duración de aproximadamente veinticuatro horas y once minutos, casi lo mismo que un día solar, y dependen del tipo de actividades a las que cada individuo esté acostumbrado y del tipo de alimentación en el que esté basada la sociedad en la que viva.

 

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