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El coronavirus demuestra, de manera dolorosa, que somos un solo organismo: Arvo Pärt

Arte

Por: Jimena O. - 04/21/2020

Una de los grandes músicos de nuestra época y uno de los espíritus más sensibles arroja luz sobre la crisis de la pandemia

Arvo Pärt es indudablemente uno de los más grandes artistas de nuestra época. Sin duda, en nuestra época es el compositor vivo más interpretado en las grandes salas de concierto, y justificadamente, pues se trata de uno de los últimos grandes artistas en toda la extensión y justeza de la palabra.

Pärt es creador de su propio estilo de composición conocido como Tintinnabuli, en el que combina dos voces: con una toca en arpegio la tríada tónica y con la segunda se desplaza por la escala diatónica. En sus propias palabras:

Tintinnabuli es la conexión matemáticamente exacta de una línea a otra... Tintinnabuli es la regla que convierte la melodía y el acompañamiento... en uno. Uno más uno, es uno –no es dos–. Este es el secreto de esta técnica.

En su música el compositor estonio nos coloca en otro tiempo, en el tiempo de la contemplación, y quizá incluso nos permite vislumbrar lo atemporal. A sus 84 años, enamorado del arte, de la divinidad y del silencio, Pärt es una de las grandes luces espirituales que existen en la cultura contemporánea.

En una entrevista reciente, Pärt habló de la COVID-19 y dijo que esta pandemia nos muestra "a través del dolor que somos un único organismo y que la existencia humana sólo es posible en relación con otras personas. La noción de 'relación' debe ser entendida como una máxima, como la habilidad de amar. Este es el más alto estándar, quizá demasiado alto para el ser humano".

Pärt señaló que este evento nos obliga a hacer "sacrificios y reducir nuestras vidas. Es como un mega ayuno para todo el mundo. Todas las culturas conocen los beneficios y el impacto del ayuno. La situación actual de autorrestricción nos concierne a todos".

Este momento de ayuno es la posibilidad de encontrar un espacio de silencio y acercarnos a aquello que es más esencial. De este proceso, señala Pärt, podrán surgir frutos, los cuales, sin embargo, sólo se revelarán con el tiempo: "En cierta forma, el coronavirus nos ha regresado al primer grado de la escuela. Sólo una vez que pasemos este examen podremos pensar en nuevas etapas. Es un proceso largo".

Pärt ve en esta circunstancia un proceso de recogimiento que necesita convertirse en aprendizaje para transformar nuestra relación con los demás y con el planeta: "Claramente no hemos sabido cómo manejar nuestra libertad apropiadamente. La penalización puede ser dolorosa". Dice el compositor estonio, quien sufrió el exilio en la época soviética: "La crisis actual no exentará a nadie. En un estado de emergencia todos prueban su verdadero 'valor', el cual no puede seguir ocultándose". 

Sólo queda agregar que la música es una forma de salud y una manera de estar sanos es sentir la belleza del mundo a través de la cual se forma esa relación que Pärt exalta, la sensación de comunión y pertenencia. La música de Arvo Pärt es parte de esta madeja divina que hace posible percibir la unidad.

Entrevista completa en el sitio de Arvo Pärt

 

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