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Esa reunión de trabajo es más terapia que otra cosa

La costumbre empresarial de hacer reuniones de trabajo tiene generalmente como objetivo aceptado tomar una decisión o desarrollar una idea que será importante para un proyecto. Pero esto quizá sólo sea la fachada de estas reuniones, cuando en realidad se trata de sesiones de terapia colectiva particularmente importantes para el estado de ánimo de los subalternos, según una investigación llevada a cabo por científicos sociales suecos.

El profesor Patrick Hall ha descubierto que aunque las reuniones de trabajo son cada vez más frecuentes, en general "se toman pocas decisiones". Hall nota una tendencia en las empresas según la cual las personas han dejado de hacer cosas en concreto y, más bien, se desempeñan como parte de equipos que tienen que ver con dar consejos y apoyar a los otros individuos.

Las reuniones de trabajo cumplen la función de dar identidad a los equipos de trabajo y a sus diferentes miembros, permitiéndoles ubicarse dentro de la estructura social de una empresa. Así pues, las reuniones son "casi terapéuticas" (o sin el "casi"). Estas reuniones cumplen la función de permitir que las personas se quejen o sean reconocidas por sus colegas.

Hall señala además que el hecho de que a ciertas personas les parezcan insufribles está relacionado, sobre todo, con que no han entendido que las reuniones tienen estos otros propósitos sociales en una empresa. Entre estas otras funciones está crear la idea de igualdad o de que existen mecanismos para que pueda haber relaciones entre personas en diferentes lugares dentro de la jerarquía. Es por eso que para que las reuniones cumplan su rol terapéutico, es importante fomentar una estructura horizontal dentro de las mismas.

 

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