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Un espléndido rostro de mármol del dios del vino fue desenterrado en Roma

Un grupo de arqueólogos descubrió una impresionante cabeza de mármol del dios Dioniso en Roma, cerca del Foro Romano.

Al parecer, la cabeza de esta deidad, mejor conocida como Baco por los romanos, tiene 2 mil años de antigüedad, lo cual la sitúa en el apogeo del Imperio romano. Roma fue famosamente una civilización que exportó sus dioses y su cultura y Dioniso-Baco fue uno de los dioses centrales.

La cabeza muestra una alta factura escultórica, con una faz delicada, joven y femenina, como se le solía representar a este dios que solía pasar el tiempo acompañado de feroces mujeres en el bosque. Probablemente, sus ojos huecos portaban gemas o cristales. Es asombroso el estado en el que se encontró esta escultura enterrada en el polvo del tiempo.   

Dioniso, portador del tirso, es conocido como el dios del vino y de las orgías (o celebraciones grupales), pero fue también un importante dios de los misterios. Dentro de la mitología órfica, Dioniso Zagreo es el hijo de Zeus y Perséfone que es desmembrado por los titanes, pero Zeus rescata su corazón y lo hace nacer otra vez (en una versión, lo implanta en el muslo de Sémele). Así, Dioniso es el "dos veces nacido", como Osiris. Zeus venga a su hijo calcinando a los titanes, quienes habían devorado al niño Dioniso. Y es de las cenizas de los titanes y de la sangre de Dionsio, con su "chispa divina", que se crea a los hombres.

En épocas más recientes fue rescatado por Nietzsche como la divinidad de lo irracional, de la desmesura y del cuerpo, en oposición a su lectura de Apolo como el dios de la civilización moderna, el dios de la mesura.