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Un día trágico en la historia de la cultura

La catedral de Notre-Dame es uno de los centros de peregrinación más importantes del catolicismo en el mundo, uno de los lugares con más historia en Europa e indudablemente una de las joyas arquitectónicas del orbe. El incendio que ocurrió este día en París, que hizo que se desplomara la aguja central de la catedral (construida en el siglo XIX), es una de las grandes tragedias culturales en la historia de la humanidad, una herida en el alma de la civilización. Se reporta también que los famosos vitrales o rosetones, la maravillosa aportación de la arquitectura anagógica gótica, fueron dañados.

Hasta el momento más de 400 bomberos intentan preservar lo más posible de la catedral, luchando con las llamas. No se sabe bien cuál fue la causa del incendio. Hasta ahora, las autoridades están tratando el trágico incidente como un accidente. Sin embargo, existe enorme especulación sobre lo sucedido, debido a la fecha del suceso y a una ola de vandalismo anticristiano que ha afectado a numerosas iglesias en los últimos años en Francia. Hace 1 mes, ocurrió un incendio en la también icónica iglesia de Saint-Sulpice, sin que se revelara la causa.

Según información de último momento, al menos se ha logrado evitar la destrucción total de la catedral. Aparentemente, se ha contenido finalmente el fuego y la estructura principal de la catedral se ha salvado. El presidente Macron ha anunciado que se reconstruirá la catedral.

La catedral de Notre-Dame es hogar de algunas importantes reliquias del cristianismo, incluyendo la llamada corona de espinas. La construcción de Notre-Dame empezó en 1163 y no terminó sino hasta más de 100 años después, si bien ha habido numerosas innovaciones y renovaciones a lo largo de la historia. La catedral fue dañada y desacrada durante la Revolución francesa -que coronó allí a la diosa secular de la Razón-. Pero en 1845 se inició un importante proyecto de restauración (al cual siguieron otros). Notre-Dame logró sobrevivir la Revolución, dos guerras mundiales y numerosos eventos que amenazaron su subsistencia... y ahora, este terrible incendio la ha devastado. Es realmente un día muy triste. 

Se calcula que más de 12 millones de personas visitan todos los años la catedral (la gran dama de París, que es la sede de la arquidiócesis de París, el lugar donde todos los días oficiaba misa el arzobispo Michel Aupetit). 

En todas las iglesias de París sonaron las campanas invitado a la oración. Cientos de personas se han reunido afuera de la catedral para cantar himnos, rezar el Ave María y presenciar unidos este trágico momento.

 

Esperemos que se logre preservar lo más posible y se lleve a cabo un vigoroso esfuerzo para reconstruir Notre-Dame, uno de los lugares más bellos del mundo y uno de los centros espirituales más importantes de Europa.

Beatæ Mariæ Parisiensis, ora pro eis!