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China busca convertirse en una potencia espacial, y parece que lo está consiguiendo

Hoy el gobierno chino consiguió realizar el primer aterrizaje de un dispositivo humano en el llamado “lado oculto” de la Luna, esto es, la parte del único satélite natural de la Tierra que, debido a las condiciones de rotación de ambos cuerpos celestes, permanece siempre oculta a la vista humana.

El logro fue realizado a través del vehículo de exploración Chang’e 4, que fue lanzado el 8 de diciembre pasado y que arribó a la Luna este jueves 3 de enero de 2019 a las 10:26 de la mañana, hora de Pekín.

Hasta ahora, ninguna otra agencia espacial había intentado alcanzar el lado oculto de la Luna, particularmente por las dificultades de comunicación que implicaba esta empresa. En efecto: dado que toda la masa lunar se interpone entre la faz que nunca miramos y la Tierra, las transmisiones entre nuestro planeta y un dispositivo situado en ese lado se consideraban sumamente difíciles, al no existir una “línea directa” que las hiciera posibles.

Para solucionar este problema, el gobierno chino lanzó en mayo de 2018 el satélite “Queqiao” (literalmente “puente de las urracas”), con el propósito exclusivo de establecer un punto intermedio de contacto con el vehículo Chang’e 4 (cuyo nombre evoca al de la diosa lunar en la antigua mitología china). 

Gracias a esta estratagema, el vehículo no sólo pudo aterrizar sino que además envió estas imágenes, las primeras imágenes del lado oscuro de la Luna conseguidas por el ser humano.

“Estamos en proceso de hacer de China una potencia en el espacio”, dijo en esta ocasión Wu Weiren, ingeniero en jefe del Programa Chino de Exploración Lunar.

 

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