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PETA llama a evitar frases que dañan a los animales como 'Agarrar al toro por los cuernos'

Política

Por: Jimena O. - 12/08/2018

PETA pide reformar el lenguaje para evitar rasgos de crueldad animal en las expresiones populares

La organización de activismo radical PETA ha hecho un llamado en su cuenta de Twitter para reformar el lenguaje y evitar expresiones que, según su interpretación, se dirigen de manera ofensiva a los animales o crean una cultura de abuso hacia los mismos.

Según PETA, expresiones populares como "Matar dos pájaros de un tiro", "Ser un conejillo de indias" o "La curiosidad mató al gato" son similares al lenguaje racista, homofóbico o discriminatorio. De acuerdo con PETA:

Al igual que se volvió inaceptable utilizar un lenguaje racista, homofóbico o discriminatorio con las personas con distintas capacidades, las frases que trivializan la crueldad hacia los animales se desvanecerán a medida que más personas empiecen a apreciar a los animales por lo que son.

Creemos que PETA es consciente que los animales no se sienten ofendidos por el lenguaje que se usa -y al menos eso es distinto al lenguaje racista y demás-. Por otro lado, aunque quizás sus intenciones provengan de un genuino amor a los animales (aunque probablemente vengan de una adicción al activismo confrontacional), el organismo olvida que estas expresiones, más que una crueldad hacia los animales, reflejan una sabiduría ancestral, todo un bagaje cultural y un rico entendimiento de cómo nos relacionamos con el mundo. Por otro lado PETA propone cambiar "Agarrar al toro por los cuernos” por “Agarrar la flor por las espinas”, pero entonces por qué no preguntarse si tal frase no contribuye a generar una actitud incorrecta contra las plantas, las cuales también sienten a su manera. ¿O qué pensará la rosa de que se le considere insignificante en comparación con un toro? Además de que la frase simplemente es menos precisa y no comunica la misma imagen, pues el toro es un animal que se mueve, que embiste, y no se puede disociar de esta expresión el hecho de que haya existido la tauromaquia.

En los últimos años hemos estado viviendo una extrema lucha por transformar prácticas lingüísticas para reflejar una sociedad que se asume como más incluyente, pero a veces lo hace con modos poco pacíficos y abiertos al debate. Recientemente, la Real Academia Española consideró apropiado manifestar que el llamado lenguaje incluyente no es correcto gramaticalmente y no debe usarse, pues no es lingüísticamente económico.