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El gobierno del Reino Unido tomó medidas contra la crianza y venta indiscriminada de cachorros de perros y gatos

Hace unos días, el gobierno inglés autorizó la puesta en marcha de una ley que de ahora en adelante prohíbe comerciar con cachorros de perros y gatos con una edad menor a 6 meses, esto con el fin de detener y eventualmente desaparecer la crianza de animales domésticos destinados únicamente a la venta.

La medida comenzó a discutirse en diciembre del año pasado, cuando Lisa Garner, una mujer que simplemente ama los perros, encontró en un centro de crianza a “Lucy”, una hembra de la raza King Charles Spaniel, abandonada en condiciones deplorables porque su edad fértil había terminado y no podía gestar más cachorros: malnutrida, enferma, obligada a dormir en el mismo lugar donde orinaba y defecaba, etcétera. 

Lisa tomó consigo al animal y compartió en redes sociales su situación, a partir de lo cual se puso en marcha una campaña amplia que culminó en la preparación de la ley que a partir de entonces comenzó a conocerse como “Ley Lucy”.

La prohibición fue anunciada por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del gobierno inglés luego de una consulta pública en la que 95% de los participantes se mostraron a favor. Como decíamos, uno de sus propósitos es afectar directamente a empresas que crían perros y gatos masivamente para ofrecerlos después a terceros, particularmente tiendas de mascotas.

 

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Imagen: Ben Birchall/PA