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El matrimonio de la muerte y el placer de Salvador Dalí

La genialidad extravagante y por momentos escabrosa de Dalí se hizo patente en In Voluptas Mors, una escultura viviente en la que el genio surrealista hizo una coniunctio oppositorum, uniendo la muerte con la vida. La pieza (titulada literalmente Muerte voluptuosa), fue creada con siete modelos femeninas que fueron expertamente guiadas para alcanzar en conjunto la silueta de un cráneo; la cabeza de un muerto, en la que sin embargo, se aprecia un delicado placer. Líneas frías y blancas horadadas por la negra oscuridad de los orificios de la cara y a un lado Dalí, el hechicero y dandi, el mago de la muerte.

Dalí trabajó con el fotógrafo Philippe Halsman para crear estas imágenes de un tableau vivant, una "pintura viviente". Para llegar a la definición del cráneo se necesitaron unas 3 horas de arreglo posicional siguiendo un dibujo de Dalí. No obstante, lo fascinante de esto es que parece ser una nueva versión de una visión previa. Según el escultor catalán Xavier Corberó, en su juventud Dalí frecuentó mucho los burdeles y aprendió mucho de su convivencia con prostitutas y matronas, compartiendo jovialmente con ellas. En una ocasión, Dalí tuvo un sueño enigmático de una forma geométrica; en su locuacidad, para poder asir esta figura, la dibujó, pero haciendo una torre humana de prostitutas con las que trazó el enigmático símbolo.