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Lo último y lo más exclusivo en la búsqueda de burlar el paso (inevitable) del tiempo y la muerte

Una moda bastante llamativa entre las celebridades, en su perenne búsqueda de burlar la guadaña de Cronos, ha generado cierta polémica y fascinación. The Guardian, por ejemplo, se pregunta si "los faciales de prepucio marcan el fin del mundo". Las suaves capas protectoras del glande de bebés coreanos son aplicadas al rostro de mujeres multimillonarias, las cuales deben pagar unos 700 dólares por un solo tratamiento, además de que hay una lista de espera de 2 años.

La actriz británica Kate Beckinsale, de 45 años, es la última en desvivirse en elogios para esta terapia cosmética, a la cual atribuye su increíble complexión. En su cuenta de Instagram, Beckinsale bromeó con que en su primera vez fueron gentiles con ella y la terapia fue "lite en pene". Sin embargo, en un post que tiene más de 100 mil likes, muchos usuarios señalaron que su uso cosmético de prepucios era repugnante y que era el colmo de la obsesión con la juventud.

Otras celebridades, como Sandra Bullock y Cate Blanchett, también han hablado de los beneficios de su terapia peniana. 

El llamado "facial de pene" funciona usando un suero hecho de células madre cultivadas a partir de los prepucios de bebés coreanos. Se cree que estas células activan células responsables del envejecimiento y ayudan a aumentar la producción de colágeno, lo cual hace que se desvanezcan las arrugas y líneas de la cara.

El suero es aplicado con unas microagujas que deben inyectarse en la cara cientos y hasta miles de veces. Dicen que el procedimiento es doloroso. Pero nada se compara con sentirse joven y bella. O, como dice en broma The Guardian: "Sólo eres tan vieja como el prepucio cultivado de bebés que te frotas en la cara buscando postergar los signos de tu inevitable muerte".