Hace 1 mes se descubrió un sarcófago de 2 mil años de antigüedad en Alejandría (Egipto), que contenía un agua roja visiblemente sucia y tres esqueletos. Al darse a conocer esta información un hombre ha hecho una petición pública para poder beber el líquido y miles de personas lo han apoyado en una campaña en línea -pues, ciertamente, alguien merece tomar ese líquido seguramente sobrenatural o al menos letal-.
Según se ha reportado, sólo con entreabrir la tapa de esta caja de granito negro un olor pestilente, casi insoportable, inunda la atmósfera. Sin embargo, un hombre británico ha dicho enérgicamente: "Debemos beber el líquido rojo del sarcófago maldito en la forma de algún tipo de bebida carbonatada para que podamos asumir los poderes y finalmente morir". Hoy en día, se sabe que los caldos de huesos pueden ser sumamente revitalizantes y para algunos constituyen una especie de superfood. Aunque Innes McKendrick, el hombre que quiere beber el líquido rojo, lo considera algo así como un "Red Bull de momias".
McKendrick piensa que es necesario beber este líquido porque nos podría acercar a los dioses egipcios -si bien, los huesos del sarcófago parecen ser de soldados, no de sacerdotes o de la clase alta, además de que en la época de la cual datan ya había declinado la gloria del antiguo Egipto-. Los investigadores inicialmente tenían la esperanza de que fuera la tumba de Alejandro Magno, a la cual, ciertamente, la antigüedad le adjudicó algunos misterios.
Por supuesto, todo esto está siendo exagerado y convertido en una broma gigantesca, pero eso no quita que el líquido rojo tenga cierto misterio y que existan personas dispuestas a hacer lo que sea.
Sobra decir que el Ministerio de Antigüedades de Egipto no ha accedido a la petición de McKendrick.