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Pasamos enormes cantidades de tiempo evaluando si nos vemosbien o no, y ese tiempo es absurdo, como muestra esta investigación

Las personas, particularmente los jóvenes hambrientos de aceptación y admiración, pasan grandes cantidades de tiempo ante el espejos acicalándose y evaluando su apariencia. Un nuevo estudio sugiere que esto podría ser una pérdida de tiempo, y no por vanidad sino por la ineficacia de nuestros juicios.

El investigador Nicholas Epley realizó un estudio en el que le pidió a estudiantes universitarios que observaran una foto de ellos mismos que había sido recientemente tomada y que evaluaran el efecto que tendría su apariencia en el sexo opuesto, en una escala del 0 al 10, en la que 10 era "muy atractivo". Luego miembros del sexo opuesto, por su parte, calificaron las fotos.

Los resultados del experimento mostraron que las personas no son mejores en evaluar su apariencia que el mismo azar. Uno podría decir un número al azar y tener la misma efectividad que en atinar a qué tan atractivo se es. O, como dice Epley, tu evaluación de tu nivel de atracción es tan precisa como la de cualquier otra persona que te califique. En términos de qué tan atractivos somos, no nos conocemos. Epley cree que la razón por la que no logramos vernos de manera precisa es que constantemente nos estamos comparando con imágenes previas de nosotros mismos, mientras que los otros nos comparan con las demás personas. Nos vemos como con un microscopio, mientras los demás nos ven con los ojos desnudos. 

Para muchas personas esto es realmente un problema, ya que sufren por sentirse inadecuadas o por distorsiones de su imagen corporal. Si acaso podemos tomar una conclusión de esto es que lo más sano es dejar de escrutinar la propia imagen y aceptar que no podemos hacer demasiado al respecto -ni siquiera emitir un juicio acertado-, por lo cual es más importante dedicarse a otras cosas que puedan hacernos sentir mejor, y cultivar menos el narcisismo.