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Sigue estos 4 hacks para aprender a estudiar 5 horas diarias y no morir en el intento

Sociedad

Por: Jimena O. - 02/02/2018

El entrepreneur Paul Tudor Jones mencionó en una ocasión: “El capital intelectual siempre triunfará sobre el capital financiero”

¿Qué tienen en común Bill Gates, los Obama, Warren Buffett, Albert Einstein o Nikola Tesla? La avidez por el aprendizaje, aun fuera del ámbito escolar. Varios de estos individuos, reconocidos por ser prolijos en sus diferentes áreas, solían tener vidas sumamente ocupadas; sin embargo, siempre –sin excepción– dedicaban un momento del día a aprender. Incluso algunos tomaban vacaciones de 2 semanas para sólo encerrarse en casa con la mayor cantidad de libros posibles; otros, leían al menos 1 hora cada día mientras estaban en la oficina presidencial.

Una vez que se valora el poder del conocimiento, el proceso del aprendizaje surge casi desde la motivación más pura del ser humano. Si bien es verdad que hay quienes consideran que el conocimiento es el nuevo dinero, la realidad es que el aprendizaje tiene el potencial de liberarnos de las preocupaciones compulsivas del consumismo exacerbado. En palabras de Michael Simmons, de Quartz: “Pasamos nuestras vidas coleccionando, gastando, deseando y preocupándonos por el dinero –de hecho, cuando decimos ‘No tengo tiempo’ para aprender algo nuevo, es usualmente porque nos encontramos fervientemente comprometiendo nuestro tiempo en ganar dinero–”. Por lo que, una vez que aprendemos que el conocimiento nos libera, nos damos cuenta de que –como el entrepreneur Paul Tudor Jones mencionó en una ocasión– “El capital intelectual siempre triunfará sobre el capital financiero”.

Desgraciadamente, en los últimos años y con la globalización digital, la tendencia a invertir en el conocimiento ha disminuido. Por ejemplo, en el año de 1989 la Enciclopedia en CD de Compton implicaba un gasto de hasta mil 370 dólares –actuales– y ahora, la información editada en dicha enciclopedia puede encontrarse gratuitamente en cualquier página de Internet. Esto, indudablemente, se ve reflejado en los servicios académicos y profesionales:

Mientras que los costos de la educación e instituciones de salud han aumentado, la innovación en esos campos también llevará a un malbarato. Muchas instituciones educativas superiores, por ejemplo, tienen costos para soportar las múltiples capas de jerarquía y mantener sus campus. Las nuevas instituciones están encontrando maneras para reducir dramáticamente los costos al ofrecer unos servicios exclusivamente en línea, focalizándose sólo en un entrenamiento bajo pedido y por habilidades de un alto costo…

De alguna manera, reducir los costos de los bienes y servicios ha provocado el exceso de información, lo cual, a su vez, resulta en la creación de nuevos empleos que antes no existían, por ejemplo, los expertos en social media. Sin embargo, ¿que es indispensable aprender para saberlo aprovechar en la vida laboral? Según Simmons, lo siguiente:

– Identificar lo que se está valorando en ese momento. El valor del conocimiento no es estático, cambia en función de lo que la gente en general considera que es interesante. Actualmente existe una sed por habilidades para saber manejar la tecnología digital, creando un potencial con un alto nivel de compensación económico.

– Aprender y dominar el conocimiento de manera rápida. Las oportunidades son temporales, por lo que si hay individuos que toman ventaja de ellas tienen que desarrollar las herramientas adecuadas para adaptarse a las nuevas circunstancias. Después de informarse adecuadamente, entender y usar nuevos modelos mentales de aprendizaje, es muy fácil dominar un conocimiento que puede ser muy valorado a nivel profesional o personal.

– Convertir el conocimiento en una causa social, política, económica. La idea es transformar el conocimiento en un valor que impacte en la vida tanto de uno como de otras personas. Se trata de generar un impacto que expanda el eco hacia diversas partes del planeta.

– Dominar la habilidad de aprender cómo aprender. Continuar con la avidez del aprendizaje para continuar generando un impacto a nivel personal, de modo que se requiere tiempo, organización, leer muchísimo y aplicar aquello que se aprende. Se trata de un proyecto propio que requiere convertirse en un ritual; por lo tanto, no hacerlo sólo sería perjudicial para uno mismo.