Esta es la razón número 1 por las que las parejas fracasan, según expertos
Buena Vida
Por: Pijama Surf - 05/29/2017
Por: Pijama Surf - 05/29/2017
Las personas podemos ser muy complejas (en distintos niveles), y cuando nos encontramos en una relación lidiamos con ello, pero también con otra persona que experimenta lo mismo. De este modo, una relación es una experiencia que puede ser hermosa (más allá de la etapa del enamoramiento) pero, según expertos, es importantísimo asumir que, en cualquier relación amorosa, siempre habrá conflicto.
Puede decirse que todas las parejas que terminan lo hacen en respuesta a un tipo de conflicto, que puede ser de diversísimas índoles, como problemas de confianza, comunicación, diferencias de expectativas, valores, prioridades en la vida, etc. Pero más allá de estos factores comunes por los que probablemente toda relación larga ha pasado, existe otro común denominador que, luego del 40 años de estudio con parejas, el experto y psicólgo John Gottman atribuye al rompimiento de una pareja: el menosprecio.
Gottman figura entre los pioneros como especialistas en temas de pareja y ha desarrollado un método que ha ayudado a más de 3 mil parejas. Para él, el menosprecio es quizá el enemigo número 1, ya que, además de que resulta tremendamente hiriente para el otro, el hecho de que uno se sitúe como superior sobre el otro hace que no haya posibilidad de entendimiento profundo.
Y, según su experiencia, no necesitas decirlo, sólo sentirlo. Cuando una persona se siente superior a otra, aunque ello no se exprese, se manifiesta a través del lenguaje corporal, de la sensación del momento. Esto genera reticencia en el otro e imposibilidad de comunicación y comprensión verdadera.
Todos lo hemos hecho, pero aun cuando uno tenga o no la razón respecto de un tema nunca se es superior y, de hecho, sentirlo nos hace más pequeños para comprender algo que en el fondo nos importa muchísimo: nuestras relaciones.
Así, según Gottman, todas las parejas viven conflictos, pero la diferencia estriba en cómo manejarlos y, ciertamente, la “superioridad” y el menosprecio rompen con un canal esencial en las relaciones: siempre reconocer la humanidad propia (imperfecta) y la del otro.