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El mejor regalo es aquel donde se materializan tus mejores intenciones

Como sabemos, esta es la temporada por excelencia de los obsequios. En buena medida como si se tratase de un rito que ha perdurado en el tiempo, nuestro ánimo se ve impelido a regalar, en ocasiones estimulado por la dinámica social imperante, pero a veces también como una suerte de deseo natural, porque en el fondo sabemos que los obsequios son una especie de “materialización” del amor que le tenemos a una persona, del lugar que ocupa en nuestra vida, y que con este gesto se lo podemos hacer saber de manera sencilla pero no por ello menos elocuente.

Con todo, no todos los regalos son objetos o, dicho de otra manera, no siempre los mejores regalos implican esa “materialización”. En cierta forma podría hablarse más bien de una “realización”, pues hay obsequios que sin ser materiales traen a la realidad eso que sentimos por una persona.

A continuación te compartimos una lista de siete bienes inmateriales que puedes regalar a tus seres queridos en esta temporada pero también, por esa misma cualidad, en cualquier otro momento. Sin duda, verás que lo agradecen.

 

TIEMPO

¿Qué hay más inmaterial y, sin embargo, más real que el tiempo? ¿Qué hay, por otra parte, que sea más valioso para las personas que queremos y que nos quieren? Si quieres regalar algo verdaderamente precioso, regala tu tiempo –y, así, regálate el placer de disfrutar a quienes amas.

 

RECONOCIMIENTO

Cuando alguien te regale algo, aprécialo en su justa dimensión. ¿Qué quiere decir esto? Que te des cuenta de qué está depositando esa persona en eso que te regala. Quizá te admira, quizá te ama, quizá realizó un gran esfuerzo para conseguir lo que te lleva. O quizá nada de eso. Y lo mismo funciona para ti: ¿en qué piensas cuando eliges el regalo para alguien? Reconoce a la otra persona y reconócete a ti mismo. Esta temporada es una oportunidad excelente para realizar ese ejercicio.

 

GRATITUD

Además, agradece. En conexión con el punto anterior, la gratitud es más o menos el paso lógico siguiente para el reconocimiento. Una vez que entendemos qué nos da realmente una persona al regalarnos algo, lo único que podemos ofrecer como respuesta es la gratitud ante el gesto. Agradecer que tenemos un lugar en la vida de otra persona.

 

SABIDURÍA

Una forma de ser compasivo con los demás es compartir lo que tú has aprendido a lo largo de la vida. Es cierto, como se dice, que nadie experimenta en cabeza ajena, pero nunca sabes cómo pueden ayudar a otra persona un comentario, un consejo o una idea.

 

CORDIALIDAD

De esto se habla mucho en estos días, y aunque quizá pueda sonar desgastado, nunca como ahora necesitamos más de la cordialidad. Además, el valor añadido de este regalo es que lo puedes dar a perfectos desconocidos a quienes nunca volverás a ver en la vida. Personas con quienes te cruzas en la calle, conductores con quienes compartes el tráfico, empleados en una tienda, etc. Pero también las personas con quienes convives a diario. Un poco más de cordialidad en nuestras vidas puede ser un gran regalo mutuo y compartido para todos.

 

COMUNICACIÓN

Hablar con alguien es quizá una de las acciones que más definen nuestra humanidad, pues se trata de un momento en el que dos personas ponen en juego todo lo que son: sus intereses, sus temores, sus sueños, su deseo, sus trivialidades, las cosas que las hacen únicas. Hablar verdaderamente con otra persona es exponer lo que somos y, a cambio, recibir la esencia del otro.

 

AMOR

Todo esto, en buena medida, puede verse como los caudales múltiples que adquiere un mismo flujo: el amor. Regalar es una acción que nace del amor y que, paradójicamente, desafía todas las leyes matemáticas y de la lógica, pues aunque demos mucho amor nunca lo agotaremos, sino más bien lo contrario: se multiplicará en nuestras vidas.

 

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