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Las bondades de la ayahuasca y toda su tradición medicinal se encuentran amenazadas por la ola de popularidad global que ha hecho que la planta empiece a ser sacada de su contexto sagrado

La ayahuasca se ha convertido en un trend global en los últimos años, promovida por científicos lo mismo que celebridades como una poderosa medicina psicodélica. El rápido incremento en su popularidad ha sido acompañado de la mercantilización de este brebaje ante una alta demanda, todo lo cual empieza a impactar profundamente a la población de zonas donde tradicionalmente se toma la ayahuasca, hasta el punto de que las reservas naturales empiezan a estar en riesgo.

Un reporte de la Conferencia Mundial de la Ayahuasca en Brasil mantiene que en algunas partes de Perú la liana B. caapi --una de las plantas que se combinan para producir el brebaje-- se encuentra en riesgo de ser erradicada, ya que además es casi imposible de plantar. Y en los últimos años se ha triplicado su precio, llegando actualmente a 250 dólares el litro.

Vegetalistas (curanderos o chamanes) locales han advertido que los hombres occidentales están buscando "patentar su ritual" e introducirlo a la lógica capitalista, lo cual no sólo lo descontextualiza de su uso sagrado, sino que hace que el consumo de la ayahuasca sea peligroso y su propio poder curativo se ponga en riesgo. Actualmente han brotado numerosos centros que ofrecen "ceremonias de ayahuasca", algunos fuera de la selva amazónica, y en los cuales se combina la ayahuasca con todo tipo de terapias new age. Y si bien algunos tienen nobles intenciones de llevar la medicina a personas que la necesitan, muchos de ellos buscan generar ingresos a partir de la ayahuasca sin tener los conocimientos tradicionales que permiten que su uso ocurra de manera segura. Por otro lado, han brotado distintas páginas de Internet --incluso en Facebook-- donde se venden las plantas necesarias para que una persona haga su propia ayahuasca. Los vegetalistas advierten que esto es peligroso ya que la ayahuasca es una sustancia muy poderosa que dentro de un ambiente poco propicio o combinada con otras sustancias, como pueden ser ciertos fármacos, puede tener efectos no deseados que pueden llevar a episodios psicopatológicos o provocar accidentes.

El uso excesivo de la ayahuasca y su mercantilización conllevan el riesgo adicional de que la planta puede ser luego percibida como un riesgo y prohibida o controlada por las industrias farmacéuticas. Esto podría tener el efecto de hacer que los pobladores locales, quienes se dice que han utilizado la medicina por alrededor de 50 mil años (según mantiene el vegetalista Don José Campos en un reciente libro), pierdan acceso a su propia medicina y, como dice uno de ellos, tengan que ir a la farmacia para curarse, cuando ellos prefieren ir "a la farmacia natural de la selva". Asimismo, mientras que ellos podrían dejar de tener acceso a la ayahuasca, el brebaje podría seguirse produciendo con otras plantas de otras partes del mundo que contengan los ingredientes activos o incluso de manera sintética, lo cual podría diluir en gran medida el poder de las plantas, las cuales son considerados espíritus por los vegetalistas.

Otros consideran que la comercialización de la ayahuasca se encuentra en un proceso irreversible y que lo que los pobladores locales deberían hacer es asegurarse de que reciban beneficios económicos de este proceso. 

Se trata indudablemente de un tema muy delicado y complejo. Hay personas de todas partes del mundo que buscan sanar o tener una experiencia de transformación con una intención genuina, pero al aumentar la demanda de este brebaje lo insertan en una lógica de mercado, la cual tiende a destruir toda tradición que para preservarse necesita mantenerse alejada de esta misma lógica donde lo principal es obtener ganancias monetarias. Los mismos chamanes del Amazonas consideran que el mundo se podría beneficiar de esta medicina; sin embargo, el cómo se toma es tan importante como el qué se toma y lamentablemente, en el mundo moderno, la apropiación masiva de todo ritual y de todo "sacramento" tiende a despojarlo de su poder y volverlo un facsímil rebajado del original.