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Tomados de los textos clásicos del hathayoga, estos son los factores esenciales que debe considerar un practicante

El yoga, aunque hoy en día se practica como una especie de fitness o gimnasia con ecos difusos de un exotismo de la India, es esencialmente cualquier tipo de aplicación o disciplina, sobre todo aquellas que buscan la liberación o el cultivo de los poderes mentales y espirituales. Es decir el yoga, o mejor dicho, los yogas, ya que son diversas las prácticas que se recogen dentro de este término paraguas "yoga", originalmente tiene poco de prácticas físicas, las asanas son menores y solamente existen en función de conducir a un estado de absorción, purificación y éxtasis místico. 

En su libro Radiografía del hathayoga, Adrián Muñoz traza el origen del hathayoga y de alguna manera desmitifica este tipo de yoga que hoy en día es el que se practica de manera dominante en todo el mundo, hasta el punto de que se ha convertido en un genérico: cuando hablamos de yoga, generalmente estamos hablando de hathayoga. Lo más interesante de esto es que incluso el hathayoga (y no sólo el yoga que se desdobla de Patanjali) no tiene casi ningún énfasis en los ejercicios físicos o asanas. Según Muñoz, los practicantes del hathayoga lo que buscaban originalmente era obtener poderes psíquicos (siddhis). Estos poderes eran obtenidos fundamentalmente a través del control de la respiración, algo que existe en todas las tradiciones de la India, específicamente la noción de que el aliento está ligado a la conciencia. "Lo primordial para el hatha ha sido el complejo de técnicas que coadyuvan al control respiratorio y al dominio de las energías sutiles", dice Muñoz. Y también:

No sólo el Yoga-sutra, sino que tampoco los Upanishads por lo general, ni los textos de hatha y de los naths otorgan preeminencia a los asanas. Antes bien las posturas poseen un lugar secundario o subordinado a otros componentes de la sadhana, como los bandhas o las mudras. Más que explayarse en la especialización de asanas, lo que más le interesa al hatha es lograr que la kundalini despierte y derivar los beneficios de dicha energía.

En este mismo texto, Muñoz enuncia lo que son considerados por la tradición los factores que contribuyen al éxito en el hatha. Según el Hatha-pradipika, uno de los textos seminales del hatha, los seis factores que aseguran el éxito son: "la determinación, la dedicación fervorosa, la valentía o el coraje, el conocimiento, la fe en las instrucciones del gurú y la evasión de malas compañías".

Los seis factores que impiden el éxito son: "comer en demasía, el sobreesfuerzo, hablar demasiado, practicar disciplinas inapropiadas, la compañía promiscua y la falta de entereza". Las disciplinas inapropiadas, según Brahmananda son "bañarse con agua fría temprano por la mañana, comer sólo de noche y abusar del ayuno. En el mismo texto, Hatha-pradipika, se menciona que "hay que evitar la cercanía con el fuego, los viajes largos y el contacto con la mujer" (esto último se refiere a la actividad sexual).

El Gheranda-samhita, explica Muñoz, prescribe una serie de prácticas para purificar el cuerpo, utilizando agua, listones, mantequilla. Esto incluye "inhalar agua por medio de la fosa nasal y expulsarla por el recto o bien introducir un tallo o listón por la nariz, la garganta o el ano para limpiar las entrañas". Asimismo existen dos tipos de métodos para purificar los nadis, los canales energéticos: samanu y nirmanu. Nirmanu es la parte física y consiste en la práctica de purificación con las distintas lavativas. Samanu es la purificación mental basada en los bija mantras (sílabas sagradas), al concentrarse en los mantras, el practicante debe también practicar prana-yama. De hecho esta práctica de coordinar la respiración con los mantras puede ser una definición antigua del yoga, como lo expresa el Maitrayaniya Upanishad (6.25): "Ya que el [yogui] une (yunakti) el prana, el OM y todo lo demás de diversas maneras, [y debido a] que se unen (yunjate), en consecuencia [esta técnica] es llamada yoga. La unión del prana, la mente y los sentidos, y el renunciar a todos los objetos [esto] es llamado yoga".